El collado de Tirobarra. Con el peculiar nombre de Tirobarra se denomina a un alto de 2.000 metros de la Sierra de Guadarrama, situado entre el Montón de Trigo y la Mujer Muerta.
La toponimia serrana está cuajada de nombres curiosos que hacen referencia a sus moradores, a su naturaleza o a las actividades en ella llevadas a cabo, algunas tan extrañas como el antiguo deporte del tiro de barra o tirobarra.
La actividad consistía en lanzar una barra de hierro de unos 7 kg lo más lejos posible, algo que puede parecer cansado y absurdo, pero que no lo es más que el lanzamiento de martillo olímpico o de jabalina. El origen de esta práctica en el collado serrano que hoy conocemos como Tirobarra, puede estar en el entrenamiento llevado a cabo por los monteros, que allá por la Edad Media se dedicaban a cazar los abundantes osos que poblaban estas montañas. A falta de escopeta hacían tiro de lanza, lo cual puede explicar que el tiro con barras pesadas de hierro fuera un ejercicio de entrenamiento muy práctico.
Además, hay que tener en cuenta la existencia de un deporte denominado barra española. Su fundamento era lanzar lo más lejos posible una barra de hierro que usaban los molineros en su actividad laboral. Existían y existen varias versiones: la barra castellana, la barra vasca y la aragonesa. Los campeones de esta actividad, que se remonta al s. XII, fueron prestigiosos y reconocidos “deportistas”. Jovellanos y Cervantes hacen referencia a la barra en algunas de sus obras.
Sea como fuere, entrenamiento para la caza, deporte, o ambas cosas a la vez y con el mismo origen, el tiro de barra o barra española es una actividad poco conocida, pero que aún se conserva en algunos lugares de España.
En tiempos recientes, el conocido viajero, atleta y divulgador Miguel de la Quadra-Salcedo decidió adoptar la técnica de la barra vasca del lanzador y atleta Félix Erausquin para emplearla en el lanzamiento de jabalina. Sus lanzamientos batieron el récord del mundo del momento, pero la Federación Internacional de Atletismo prohibió la modalidad, ya que antes de lanzar había que realizar giros similares a los del lanzamiento de martillo que podían ser peligrosos para lanzador y espectadores. Con esa prohibición, el llamado “estilo español o Erausquin” de lanzamiento de jabalina pasó a la historia, no sin antes tratar de readaptarse con la intención de poder competir en los Juegos Olímpicos de Melbourne de 1956, pero en aquellas fechas España decidió no llevar representantes. En cualquier caso, la Federación Internacional de Atletismo dejó claro que la jabalina solamente podía lanzarse con la punta mirando hacia adelante y anuló todas las marcas conseguidas con la nueva técnica. Parece que nunca hemos tenido fuerza entre los mandamases olímpicos.
Hasta 1963 la barra española fue una de las modalidades del atletismo en los campeonatos de España. Actualmente es un deporte residual en algunas poblaciones, donde se practica como demostración o formando parte del programa festivo.
Siempre tendremos la Sierra de Guadarrama y sus orónimos para recordar pasajes de la historia, en este caso, gracias al llamado Collado de Tirobarra
Guadarramistas
Guadarramistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario