Esta diminuta y recóndita plaza esconde, además de un antiguo mesón de gran fama y del que hablaré en otro momento, una breve historia de amor. Se dice que en el número 3 vivía una noble dama que estaba enamorada nada menos que del llamado «bandolero de
Madrid», Luis Candelas.
Cada vez que éste iba a verla, acostumbraba a dejar dos trabuqueros a la entrada de la plazuela, para así evitar el paso de transeúntes y mantenerse seguro.
Cada vez que éste iba a verla, acostumbraba a dejar dos trabuqueros a la entrada de la plazuela, para así evitar el paso de transeúntes y mantenerse seguro.
Curiosidades de Madrid - Isabel Gea
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