Se encuentra en el Ayuntamiento de Boqueixón, en la provincia de Lugo, al lado de la Capilla de San Paio de Codeso de mediados del siglo XVII, donde podremos dejar nuestro coche.
Se puede reducir el tiempo perfectamente. Necesario GPS. Dependiendo de la época, alguna zona quizás esté desbordada por el río.
Comenzamos descendiendo por unas escaleras de madera que en época de lluvias es posible que estén resbaladizas por las numerosas hojas que sueltan los castaños que la rodean.
Pronto llegamos a un precioso bosque de ribera donde podremos disfrutar de varios molinos, y la fervenza de Codeso alimentada por el río Pontillón, afluente del río Ulla.
Comenzamos a caminar por un canal a orillas del río unos 600 metros hasta llegar a la carretera. En este punto intentamos continuar por el canal, pero la maleza nos lo impidió teniendo que continuar unos 700 metros por asfalto, tomando primero un desvío por pista forestal a nuestra izquierda, y a unos 200 metros nuevamente otro desvío a la izquierda hasta llegar a una zona señalizada sin salida donde tendremos que adentrarnos a la derecha por el bosque hasta llegar al río Pontillón. (Esta zona no está señalizada, con lo cual es recomendable llevar GPS.)
Dependiendo la cantidad de agua del río al no haber puente quizás se complicado cruzarlo para llegar a la cascada de Pontillón. Nosotros cruzamos en una zona empedrada cerca de un molino algo deteriorado, para llegar finalmente a la zona más bonita de la ruta.
Una vez vista, continuamos ascendiendo por un pequeño sendero que nos lleva a la izquierda a la parte alta de la cascada, y a la derecha de nuevo a la carretera. Continuamos en dirección a la parroquia de San Pedro de Donas, donde justo después de una surgencia de agua minero medicinal en dirección a Ponte Ledesma se encuentra la última cascada y más alta, la cascada de Donas. Finalmente volvemos por nuestros mismos pasos o por asfalto pasando por la aldea de Engas.
En definitiva, se trata de una ruta sencilla que se puede realizar a pie o en coche ya que las tres cascadas tienen acceso desde la carretera. Nosotros decidimos disfrutar del bosque de ribera y numerosas especies autóctonas acompañados en gran parte del trayecto por el río Pontillón.
Caminando entre senderos
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