El tiempo se puede reducir perfectamente, pero merece la pena pararse a disfrutar del paisaje.
Comenzamos descendiendo por el Monte de Fao junto al río Lañas, afluente del río Ulla, y a unos 2 km ya nos encontraremos con los Muíños da Carballa totalmente rehabilitados.
Continuamos nuestro camino hasta llegar a la parroquia de Cornado, donde tendremos que cruzar una carretera hasta unas escaleras que nos llevarán a la Fervenza do Salto das Pombas, que cuenta con una caída de 10 metros y un paraje a su alrededor único, donde disponemos de pasarelas y escaleras de madera para facilitar el trayecto.
Luego comenzaremos a ascender por un camino empedrado hasta cruzar el pequeño río de Beseño, donde a unos 2 km descenderemos entre frondosos bosques de ribera hasta el Ponte da Laña, donde desemboca el río Lañas en el Ulla.
Continuamos nuestro camino hasta llegar al Ponte Basebe, rodeados de carballos, alcornoques y acompañados por el río Ulla. Finalmente damos vuelta por nuestros mismos pasos.
Se trata de una ruta en la que prácticamente estamos acompañados en todo momento por el sonido de los ríos Ulla, Beseño y Lañas, de ahí el nombre de la ruta. Está muy bien cuidada y señalizada. Se puede realizar con niños, pero quizás hacerla entera pueda resultarles algo larga. A nosotros nos encantó ya que siempre caminamos bajo la sombra de árboles autóctonos como carballos, pinos, castaños, nogales…
Caminando entre senderos
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