Se encuentra en Corme en el ayuntamiento Ponteceso (A Coruña), exactamente en la desembocadura del río Anllóns, dentro de la Costa da Morte.
Nosotros aparcamos el coche cerca del Puerto de Corme y comenzamos a bordear toda la costa por asfalto durante 2,7 km hasta llegar al faro de Punta Roncudo.
Este faro entró en funcionamiento en el 1920 y se encuentra en un entorno salvaje rodeado de piedras de granito. Su nombre proviene del intenso ruido que emite el mar al golpear contra las rocas del acantilado. Debido a esta fuerza del mar convive el percebe más sabroso de Galicia, que podremos degustar en la fiesta gastronómica que se celebra el primer sábado de julio.
Pero cogerlo no es precisamente sencillo y muchos mariscadores se juegan la vida día a día. Precisamente hay numerosas cruces blancas en las rocas en memoria a aquellas personas que perdieron la vida y cuyos cuerpos nunca aparecieron.
Desde el Cabo Roncudo podremos disfrutar de unas magníficas vistas de toda la ría de Corme y Laxe y de una pequeña poza natural.
La vuelta la podemos realizar por los mismos pasos, o por el Parque Eólico de Corme. Nosotros debido a la fuerte ola de calor que acechaba ese día decidimos volver por nuestros mismos pasos, ya que este entorno no dispone de vegetación arbórea que nos ofrezca algo sombra.
En definitiva, se trata de un entorno precioso, el faro es sí no es precioso, pero el paraje natural que lo rodea es sencillamente espectacular, sin duda merece la pena visitarlo.
Caminando entre senderos
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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