Construir en un chaflán ha sido siempre uno de los grandes dolores de cabeza arquitectónicos de Barcelona, por la dificultad de vencer los ángulos que se crean y porque los bloques acaban con mucha fachada y poco acceso al interior de manzana.
En los años 60, Núñez y Navarro encontró la fórmula de la Coca-Cola arquitectónica que le ha permitido fabricar como churros (y dañar muchas joyas modernistas por el camino). Antes, los arquitectos del GATCPAC plantearon soluciones imaginativas al chaflán tradicional, como esta esquina en L de Antoni Bonet, con dos edificios sostenidos por pilares de hormigón que crean una planta baja vacía para disfrutar de más espacio en las aceras.
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En los años 60, Núñez y Navarro encontró la fórmula de la Coca-Cola arquitectónica que le ha permitido fabricar como churros (y dañar muchas joyas modernistas por el camino). Antes, los arquitectos del GATCPAC plantearon soluciones imaginativas al chaflán tradicional, como esta esquina en L de Antoni Bonet, con dos edificios sostenidos por pilares de hormigón que crean una planta baja vacía para disfrutar de más espacio en las aceras.
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