Fiestas declaradas de interés turístico regional
En el centro de la plaza, el mayo extraprimaveral alzado el 14 de agosto preside la escena. La noche anterior se ha celebrado la ofrenda de la vela, y el día 15 es fiesta en Vinuesa, que ve desfilar sus imágenes de la Virgen del Pino y San Roque. Trajes populares, rosario y baila contemplan la jornada a ritmo de gaitas y tamboriles.
Pero el día grande no es sino el 16 de agosto, cuando una fiesta de dominio femenino recuerda la pelea legendaria con Covaleda por la imagen de la Virgen del Pino o, como apunta la historia, las luchas de mojones sostenidas con la misma localidad vecina y la victoria visontina gracias a la intervención de las féminas.
Así varios cientos de mujeres y niñas se visten de piñorras y rama de pino en mano, la emprenden a golpes con todo aquél -y no aquélla- que por allí curiosea. Blanden sus pinochos mientras repiten sonrientes “De hoy en un año”, a lo que el agredido responderá con un cortés “Gracias.
La lucha que rememora la pelea entre visontinos y covalerenses -éstos últimos no participan en la fiesta-, se simula en la plaza entre las cofradías de Ntra. Sra. del Pino, integrada por los casados, y las de San Roque, de los solteros. Por dos veces vencerán los primeros. A la tercera -que no a la vencida- ambos bandos tirarán los sombreros en señal compartida de victoria.
Será después de las lides entre los hombres cuando las mujeres tomarán sus armas, y una limonada convidará al numeroso público que se ha acercado a una de las fiestas más célebres y vistosas del haber soriano.
Soria Ni te la imaginas
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