Cuarenta y cinco años han pasado ya desde que, la actualmente extendida Ammotragus lervia —el arruí—, fuese introducida por vez primera en España y, más concretamente, en una finca cinegética de Sierra Espuña (Murcia). Pocos años más tarde, esta especie de cabra montesa, procedente del norte de África, sería igualmente introducida en diferentes puntos de la Península, con fines cinegéticos, como algunas sierras de Alicante, Toledo, Madrid o Granada, entre otras provincias. La especie, presente en la Región de Murcia desde el año 1970, se ha convertido en alóctona ya que se adapta perfectamente a terrenos áridos y escarpados y, además, puede pasar largas temporadas sin beber agua. Asimismo, un estudio referente a Sierra Espuña indica que el arruí —actualmente en libertad en varios montes, a causa de diversas fugas— no parece desplazar a la cabra montesa autóctona de la Península, Capra pyrenaica. Entre otras cosas, se distingue de esta por su coloración marrón rojiza, así como por los largos mechones de pelo de su pecho y patas delanteras. Se trata de un animal que originalmente fue introducido para la caza, aunque actualmente se ha extendido de tal modo que, para algunas personas, constituye una especie más que contribuye a enriquecer la fauna peninsular; pero para otras personas, en cambio, constituye una especie invasora que produce graves daños en cultivos y parajes protegidos. Es, en este punto, donde surge la controversia.
En el año 2012, una noticia indicaba que La Unió de Llauradors manifestaba su preocupación por la proliferación de la especie en las sierras de Alicante, la cual podía causar numerosos desperfectos y pérdidas en los cultivos. En el año 2013, otra noticia indicaba que los arruíes del PN de la Font Roja (Alcoy, Alicante) serían sustituidos gradualmente por la especie autóctona, la cual había desaparecido del paraje unos diez años antes de la fecha de la noticia. En 2014, otra noticia informaba sobre el decreto de El Consell, según el cual, el arruí sería erradicado tanto en la Font Roja como en Aitana y el Maigmó, entre otros lugares —esto, al parecer, no gustó en absoluto a la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana—. Son solo algunas de las noticias al respecto.
En contraposición, encontramos otras noticias en cuyos párrafos se informa sobre diferentes entidades que rechazan la eliminación del arruí. Según se indica en estas, conservar el arruí en los montes podría ser beneficioso tanto para la biodiversidad como para reducir el riesgo de incendios forestales, ya que realizan una función de pastoreo. Y, como ya se ha indicado, también el colectivo de los cazadores parece estar a favor de conservar el arruí ya que, según afirman, la especie se puede mantener en los montes de la Península, con el control adecuado.
Se trata de un asunto que enfrenta a agricultores, conservacionistas y cazadores, entre otros. Pues hay quien desea que el arruí permanezca en las montañas de Alicante, pero sin que se permita la caza sobre este. Hay quien desea que el arruí sea sustituido por completo y que se reintroduzcan o se potencien las especies autóctonas. También hay quien propone que el arruí permanezca en nuestros montes, pero en recintos cinegéticos cercados.
Sin duda, el arruí es actualmente una cabra con mucha controversia. ¿Y tú, qué opinas? Puedes compartir tus impresiones más abajo, en los comentarios.
Sendas y Leyendas
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