Barcelona necesitaba de nuevos vendavales que la siguieran vendiendo como la ciudad hiper moderna que es tras el efecto de los JJ.OO. Lo intentó con aquella cosa rara del Fórum, pero al final lo logró con edificios como esta torre proyectada por Jean Nouvel.
Más allá de las polémicas tontorronas por su forma (ni el propio Nouvel se cree eso de que es un geiser que brota bla bla bla...) el edificio gana de noche, con una iluminación que le aporta personalidad y que se ayuda de los LEDs para colorearse a su antojo.
Más allá de las polémicas tontorronas por su forma (ni el propio Nouvel se cree eso de que es un geiser que brota bla bla bla...) el edificio gana de noche, con una iluminación que le aporta personalidad y que se ayuda de los LEDs para colorearse a su antojo.
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