La localidad de Segura, asentada al sur de la provincia en la cuenca del río Oria, es un bonito burgo que, haciendo honor a su nombre, se protege con una muralla accesible por dos puertas.
La localidad de Segura, asentada al sur de la provincia en la cuenca del río Oria, es un bonito burgo que, haciendo honor a su nombre, se protege con una muralla accesible por dos puertas.
Su fundación como villa data del año 1256, por iniciativa de Alfonso X el Sabio, que pretendía fijar un enclave defensivo estratégico a la entrada de Guipúzcoa.
A lo largo del siglo XV, una epidemia de peste y un incendio asolaron la localidad que entró en un prolongado letargo. Poco a poco volvió a ser una villa pujante, dejando el legado de casas y palacios góticos que flanquean sus calles.
Éstas todavía trasmiten un aire relajado y permiten imaginar la vida cotidiana en un burgo medieval: el templo, las casas nobiliarias, la plaza donde se celebraban los mercados y que ahora sirven como escenario a una de las celebraciones de Semana Santa más emotivas de la provincia.
Entre toda las construcciones destaca la iglesia de Santa María, un templo gótico datado en el siglo XIV y con una torre posterior. Dentro alberga un espectacular retablo rococó, que incluye más de cuarenta tallas.
(Pequeños pueblos medievales)
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