Salvador Samanació en Vilanova i la Geltrú en 1797 y murió en La Habana en 1866. Comerciante de vinos y esclavos. Un caso atípico de indiano, ya que murió en La Habana, aunque mantuvo un intenso contacto con su tierra natal.
Emigró a La Habana a los 14 años. Allí consiguió reunir una gran fortuna cuya parte confesable fue el comercio de vinos y aguardientes. El lado oscuro fue el tráfico de esclavos.
En 1860, Isabel II le concedió el título de marqués de Marianao, un arrabal de La Habana. En Vilanova financió muchas obras benéficas y mejoras urbanísticas como el colegio Sama.
El segundo marqués de Marianao, Salvador Sama i Torrents, dejó el esplendoroso parque Sama, en Cambrils (Tarragona). Un homenaje vegetal a la aventura americana, construido en 1882 por Josep Fontseré.
Emigró a La Habana a los 14 años. Allí consiguió reunir una gran fortuna cuya parte confesable fue el comercio de vinos y aguardientes. El lado oscuro fue el tráfico de esclavos.
En 1860, Isabel II le concedió el título de marqués de Marianao, un arrabal de La Habana. En Vilanova financió muchas obras benéficas y mejoras urbanísticas como el colegio Sama.
El segundo marqués de Marianao, Salvador Sama i Torrents, dejó el esplendoroso parque Sama, en Cambrils (Tarragona). Un homenaje vegetal a la aventura americana, construido en 1882 por Josep Fontseré.
Vilanova
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