El impresionante castillo de Montesa, que se alza sobre un promontorio en las proximidades de Xátiva, forma parte de un conjunto de fortalezas árabes que salpican la comarca. Su excelente diseño permitió que la plaza fuerte se mantuviera mucho tiempo en manos de los musulmanes hasta que fue conquistada por Pedro el Grande a finales del siglo XIII.
Después, Jaime II donó la fortaleza a la orden de Montesa, que compitió en prestigio con la de Calatrava durante buena parte de la Reconquista y tuvo un papel destacado en la anexión del reino de Napóles.
Esta larga y accidentada historia, con un legendario episodio de rebeldía frente a la nobleza, cruelmente aplastados por Pedro el Ceremonioso, apenas ha dejado huellas en el patrimonio actual de la villa, que parece vivir un apacible letargo bajo la atenta mirada de su emblemático castillo.
Éste, al igual que un monasterio anejo, sufrió grandes daños en el siglo XVIII a consecuencia de un terremoto. Pero todavía impresiona por sus colosales murallas y por sus dimensiones, que le permitían albergar hasta 2.000 soldados.
(Pequeños pueblos medievales)
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