De no ser por Google Maps, la playa del Dique o de Rio Maior, un rincón secreto próximo al castro de Baroña, sería difícil de ubicar. En el kilómetro 93,100 de la AC-550 hay que girar por un camino vecinal. Luego viramos dos veces a la derecha y aparcamos el coche. De allí parte el camino de 300 metros que, entre bosquetes de pinares, nos deposita en el Dique.
Hay que intentar ir en horario de bajamar —los niños se deleitan en las pozas—, ya que estos 80 metros de arena blanca casi desaparecen en marea creciente (en invierno, el Dique desaparece por completo). El paraje forma parte de la Red Natura 2000 y es habitual la presencia de público naturista. El baño, al estar sometido a un fuerte oleaje, exige extremar las precauciones.
(El País)
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