Muy cerca de Antón Martín, en la misma calle de Atocha hay un edificio prácticamente desconocido para la mayoría de los madrileños. Allá por el siglo XVII albergó la famosa imprenta de Juan de la Cuesta, en cuyos talleres se imprimió la primera edición del Quijote.
Una placa conmemora tan importante hecho. El edificio fue restaurado para llevar a cabo un proyecto que data nada menos que de 1968, año en el que el entonces alcalde de Madrid, Arias Navarro, propuso la idea de destinarlo a museo cervantino. Más vale tarde que nunca.
En un futuro, el edificio contará entre otras cosas con un teatro para 300 espectadores y un centro de actividades culturales.
Curiosidades de Madrid - Isabel Gea
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