Al oeste de Santander, desde la misma ciudad hasta poco más allá de Liencres, se extiende el parque geológico de Costa Quebrada: 20 kilómetros de acantilados e islotes derruidos sin cesar a lo largo de un mar brutal. Una sencilla senda permite recorrer en dos horas (vuelta incluida) su tramo más espectacular, de la playa de la Arnía a la de Somocuevas, caminando por la escarpada ribera, semejante a la cresta dorsal de un dinosaurio. Un dato curioso: estas afiladas rocas calizas pertenecen al sinclinal de San Román-Santillana, o sea, el mismo lienzo pétreo en el que pintaron los hombres de Altamira.
El País
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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