En torno a los años 20, las obras de construcción de la estación de Metro de Tirso de Molina dejaron al descubierto restos óseos de monjes. Habían habitado el ya derribado convento de la Merced y nadie sabía qué hacer con ellos debido a su antigüedad, así que se decidió dejarlos depositados en las paredes de los andenes y taparlos con azulejos. Desde ese momento, hay quien dice que cuando llega la medianoche se pueden escuchar los aterradores gritos de los religiosos enterrados.
Leyenda o realidad, los huesos siguen allí y se han convertido en uno de los secretos más curiosos que esconde la red subterránea.
Y hablando de leyendas... La leyenda urbana de la mujer muerta sujetada por dos hombres en un solitario vagón suele asociarse también a la estación de Tirso de Molina. Es normal teniendo en cuenta la cantidad de historias que nos han pasado en el Metro de noche.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
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