En la bifurcación de la carretera que sube hasta el Castillo de Santa Catalina, justo cuando encontramos la desviación hacia el Hospital de El Neveral, se encuentra la Fuente de Caño Quebrado, lugar donde se produce el trágico desenlace de esta historia, tan hermosa como desconocida.
En la bifurcación de la carretera que sube hasta el Castillo de Santa Catalina, justo cuando encontramos la desviación hacia el Hospital de El Neveral, se encuentra la Fuente de Caño Quebrado, lugar donde se produce el trágico desenlace de esta historia, tan hermosa como desconocida.
Nos cuentan que hace muchos años, Jaén era gobernado por el noble Omar, hombre de grandes virtudes. Omar tenía establecido como lugar de residencia el castillo de la ciudad, desde donde gestionaba los asuntos de su territorio, buscando siempre lo mejor para sus súbditos.
Llegó el joven Omar a la edad de contraer matrimonio, para lo cual se desplazó desde lejanas tierras una hermosa joven, cuyo nombre era Zoraida. Dicen que era mujer de extraordinaria belleza y que estaban muy enamorados el uno del otro. Llegó el día de la boda. El castillo de Jaén se veía completamente iluminado por grandes hogueras, la ciudad entera convertida en un gran festejo, donde no faltaron viandas, bebidas y diversión. Después de la extraordinaria celebración, cuentan que vivieron felices. Omar dedicado al gobierno de la ciudad, Zoraida, volcada en dar toda clase de atenciones a su marido.
Todo iba como si de un cuento se tratara, hasta que un día, tuvo Omar que abandonar el Castillo, como en otras numerosas ocasiones, para bajar a la ciudad y solventar algunos asuntos propios del cargo que ostentaba. Llegó la noche a Jaén sin que Omar regresara a su Castillo. La hermosa Zoraida esperaba preocupada e inquieta su llegada. Pasaron las horas y Omar no regresaba. Viendo Zoraida que no llegaba su marido, comenzaron a pasar los peores pensamientos por su mente, razón por la que ordenó a la guardia que iniciara su búsqueda. Desgraciadamente, al poco tiempo encontraron el cuerpo ensangrentado y sin vida del valiente gobernador, muy cerca del Castillo, justo en el lugar donde hoy está la Fuente que conocemos con el nombre de Caño Quebrado.
Muy grande fue la pena que inundó la ciudad. El castillo se vistió del más riguroso luto. Cuentan que la hermosa Zoraida no podía soportar el dolor en su corazón. Una mañana, gris y nublada, encontraron el cuerpo sin vida de la hermosa joven, en el mismo lugar donde hallaron asesinado a su esposo. Justo desde el momento en que se produjo el triste fallecimiento de Zoraida, comenzó a brotar el manantial de agua que hoy conocemos como Fuente de Caño Quebrado. Cuentan las gentes, que ese venero de agua que brota en Caño Quebrado, son las lágrimas de Zoraida por la muerte de su amado.
Hasta nuestros días ha llegado otra leyenda, que nos habla del fantasma de una mora que pasea su pena por las salas del Parador de Turismo, construido justo en el solar que ocupaba el antiguo castillo musulmán. Quizá sea la hermosa Zoraida, buscando todavía, a su joven y amado Omar.
Turjaen
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