sábado, 20 de junio de 2020

La enterrada viva de la plaza de Santo Domingo - Madrid


Uno de nuestros miedos más irracionales se hizo realidad en el desaparecido convento de Santo Domingo, lugar donde ahora se encuentra la céntrica plaza del mismo nombre. A finales del siglo XV, María de Cárdenas era enterrada en la cripta reservada a los familiares del infante Don Juan de Castilla. 
Desde la misma noche del sepelio, las monjas que allí habitaban escucharon golpes y gritos desgarradores que relacionaron con el penar del alma de la difunta. Rezaron y rezaron hasta que cesaron los ruidos, pero cuando su viudo llegó a la ciudad para visitar la tumba de su esposa, encontró el cuerpo en el suelo con su mortaja destrozada. La habían enterrado viva.
Sí, efectivamente. La aterradora historia de la legendaria cataléptica tuvo lugar en la plaza de Santo Domingo, una zona de creciente ocio nocturno donde confluyen algunas de las calles más transitadas del centro y varios tours temáticos sobre fantasmas.

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