Durante la Exposición Internacional de 1937 en París, el Gobierno de la República decidió utilizar su pabellón para denunciar las atrocidades de la guerra y conseguir apoyos en la lucha contra el fascismo. Sin un duro pero con el genio de la rabia,
Sert levantó el edificio y los grandes artistas de la época se encargaron de llenarlo: Picasso colgó el 'Guernica' que todavía goteaba.
En 1992 el Ayuntamiento de Barcelona quiso homenajear esta efímera trinchera racionalista y levantar una réplica exacta en la Vall d'Hebron, junto a las cerillas de Claes Oldenburg.
El edificio acoge una biblioteca con uno de los fondos más importantes del mundo sobre la guerra, el exilio, el fascismo y la transición.
(Timeout)
Sert levantó el edificio y los grandes artistas de la época se encargaron de llenarlo: Picasso colgó el 'Guernica' que todavía goteaba.
En 1992 el Ayuntamiento de Barcelona quiso homenajear esta efímera trinchera racionalista y levantar una réplica exacta en la Vall d'Hebron, junto a las cerillas de Claes Oldenburg.
El edificio acoge una biblioteca con uno de los fondos más importantes del mundo sobre la guerra, el exilio, el fascismo y la transición.
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