Muy cerca de Ribadavia, en Melón, hay un bonito paseo para admirar las pozas que se producen con la caída del río Cerves. Se puede dejar el coche en un aparcamiento que hay junto a un área recreativa. Esta tiene un bar que abre por el verano.
El recorrido es de algo menos de 2 kilómetros ida y vuelta, por un camino habilitado muy cómodo y en él podremos ver espectaculares cascadas que a lo largo de los siglos han ido erosionando la roca y han formado pozas en las que en verano se baña la gente.
Cuanto más caminemos río arriba descubriremos las cascadas más altas y espectaculares. Pasando bajo los pilares del viaducto de la autovía de las Rías Baixas, llegaremos al rincón más bonito del paseo, una pared rocosa de unos 15 metros de altura por donde resbala el río formando una espectacular cascada.
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