La Colegiata de Salas y el Palacio de Valdés Salas o la torre de Salas, contemplan el comienzo de la senda a la Cascada del Nonaya y el paso de miles de peregrinos que cada año recorren esta parte del Camino de Santiago, cuya salida de Salas nos guía a la cascada en su mayoría.
Un paseo cargado de historia, de antiguas minas, de paso de peregrinos, de puentes de piedra que representan la ingeniería del pasado, de vegetación que lo inunda todo y que va siguiendo el curso del río Nonaya, repleto de truchas y anguilas, desde que salimos del pueblo de Salas.
En menos de una hora llegaremos a la Cascada del Nonaya, pequeña pero preciosa, en un entorno envidiable, con chorros que salen por izquierda y por derecha, en medio del bosque, como salida de la nada.
DESCRIPCIÓN
La ruta comienza en Salas, concretamente, en el albergue de la localidad. Para tomar la senda deberemos salir del pueblo por el Noroeste, pasando al lado de la Colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XIV. El camino nos llevará junto al río Nonaya hasta llegar a las cascadas del mismo nombre.
Cuando llevamos caminados 1,200 kilómetros, nos encontraremos una fuente, la fuente de Paín. Y un kilómetro y unos pocos metros más adelante, cruzaremos el río por varios puentes, como el de Borra, situado en este punto, o el de Carcabón, un poco más adelante, para proseguir por el fondo del valle pegados al río hasta llegar a las cascadas.
A la altura del kilómetro 3,5, llegamos a las cascadas del Nonaya, punto final de nuestra ruta. Volveremos al lugar de inicio por la misma senda, pero en sentido contrario.
(Turismo Asturias)
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