domingo, 21 de abril de 2019

Peñíscola - Castellón

En este rincón mediterráneo de tranquilas playas, la naturaleza ha levantado un promontorio duro de laderas estériles que sirve de asentamiento a un antiquísimno enclave hoy Conjunto Histórico. 
Aquí, el cartaginés Amilcar Barca levantó bastiones que todavía se mantienen, y Aníbal juró odio eterno a los romanos. 
Siglos después llegaron los árabes y, más tarde, Jaime I la conquistó y la donó a los templarios, quienes levantaron el castillo. Cuando estos monjes-soldados fueron perseguidos, Peñíscola pasó a la orden sanjuanista y, luego, a la de Montesa. 
Las actuales murallas fueron construidas en tiempos de Felipe II. Casi todo ha resistido el paso del tiempo: arcos, puertas y la escalera labrada en la misma piedra que baja desde el castillo hasta el mar. 
La vieja ciudad conserva empinadas callejuelas, pequeñas casas con terrazas típicas de pueblo pescador y balcones de hierro.

(ABC Viajar)

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