La nueva sede del Museo de arqueología submarina de Cartagena es un ejemplo de sencillez y belleza equilibrada gracias al buen hacer de Guillermo Vázquez Consuegra. El arquitecto sevillano logra sublimar el racionalismo poético donde los materiales dibujan formas y espacios bellos, hermosos aunque no sean del todo mediáticos.
Un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede marcar un museo sin restarle importancia a su contenido.
Un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede marcar un museo sin restarle importancia a su contenido.
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