martes, 7 de septiembre de 2010

El cantero y el oso de Arbás

La leyenda se centra en la época en que se estaba construyendo el hospital de peregrinos. El emplazamiento elegido, en medio del puerto, exigía grandes esfuerzos por parte de los constructores, que tenían que acarrear las piedras desde lejanas canteras. Para facilitar su trabajo, habían dispuesto yuntas de bueyes que recogían la carga de piedras en el lugar donde se extraían y la transportaban hasta las inmediaciones de la obra, donde eran talladas y esculpidas.

De noche, los bueyes eran encerrados en apriscos un poco alejados del lugar donde dormía la cuadrilla de canteros.
Una noche, uno de ellos despertó sobresaltado al oír en la lejanía el doloroso mugido de un buey. Pensando que algún animal habría saltado al aprisco, corrió y llegó a él con el tiempo justo de sorprender a un enorme oso que había atacado a uno de los bueyes y, después de matarlo, se disponía a comérselo. El cantero se abalanzó sobre el oso y luchó con él hasta vencerlo.
Una vez probada su superioridad sobre la fiera, se sintió generoso y en lugar de darle muerte tomó el yugo y unció parejos al oso y al otro buey que quedaba de la yunta. Hasta que se concluyó la obra, el oso y el buey condujeron juntos sus cargas correspondientes de piedras desde la cantera a la obra.

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