domingo, 31 de diciembre de 2017

Parque Genovés - Cádiz

El Parque Genovés situado en la ciudad de Cádiz (España) es el jardín público o parque más destacado de la ciudad. Se encuentra ubicado en el casco histórico, junto al mar. Su origen está a finales del XVIII, aunque a lo largo de su historia, ha sufrido diversas ampliaciones y remodelaciones.

Descripción
A finales del siglo XVIII se crea un primer parque en los terrenos situados entre los cuarteles del Camposanto y de la Bomba y la muralla que limitaba con el mar. Era un paseo mal cuidado y desarbolado que era conocido popularmente como el Paseo del Perejil, lo que da idea de lo modesto de sus jardines.
En 1854 sufrió diversas ampliaciones y cambió su nombre por Paseo de las Delicias. El motivo de la ampliación fue la epidemia de cólera que padeció Cádiz en esa época y la de dar trabajo a todas aquellas personas que se encontraban necesitadas y a las que había que darle ocupación. En 1863 se demolió el Cuartel de la Columela, repoblándose el solar con frondosos árboles de distintas especies, entre las que predominaban, fundamentalmente, según documentos de la época, el ciprés americano. En 1875 y a causa de lo espacioso y bien ubanizado del parque, al que se le realizarían nuevas reformas, se conmemoraron las fiestas de la Velada de los Ángeles.
La más importante de sus remodelaciones fue llevada a cabo en 1892] por el jardinero valenciano Gerónimo Genovés i Puig. Se tomó como base el antiguo jardín y se amplió con el denominado "Bosque del Ejército", dotándolo con fuentes, cascada con lago, salón de conciertos y café, así como de un número más alto y variado de especies botánicas, algunas de ellas de gran rareza y espectacularidad. Posteriormente se instala el conjunto escultórico "Niños bajo el paraguas", fuente que fue traída de París, que representan la alegoría de un cuento y que se debió a la iniciativa del director del Parque Fidel Caballero. También se encuentran varios grupos escultóricos dedicados a José Celestino Mutis, la Duquesa de la Victoria (que fue una noble dama gaditana que abandonó y renunció a su vida cómoda y placentera para dedicarse al cuidado de los heridos de la Guerra de Marruecos. El monumento fue ejecutado por Julio González Pola en 1925) y José María Pemán. También es digno de reseñar el monumento dedicado al gran naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.
A finales del siglo XIX se realiza un teatro, cuya estructura metálica fue obra de Gustave Eiffel. Esta misma estructura fue destinada hacia 1930 para la construcción del Mercado de la Merced (hoy convertido en Escuela de Arte Flamenco). Posteriormente se realizó otro teatro, destinado a teatro de verano, que recibió el nombre de José María Pemán. También es de destacar la presencia del famoso Cortijo de los Rosales, célebre sala de fiestas gaditana que estuvo en candelero hasta 1970, donde cerró sus puertas, y por donde pasaron figuras de la talla de Raphael y Antonio Machín, entre otros.
El parque tiene una forma aproximadamente trapezoidal, limitando con el Parador Nacional Atlántico, con el Paseo de Santa Bárbara (actualmente convertido en aparcamiento), con la avenida Duque de Nájera y con la calle González Tablas, donde se encuentra la entrada principal. Esta puerta permite el acceso directo a una amplia avenida central, dividida en tres calles por una doble hilera de parterres simétricos, con cipreses comunes (Cupressus sempervirens) en las esquinas, un ciprés de California (Cupressus macrocarpa) en el centro (todos ellos podados al estilo inglés), y entre ambas especies, palmeras datileras (Phoenix dactylifera). El resto del parque se caracteriza por su asimetría, que se manifiesta tanto en la diversidad de formas de sus parterres como en el irregular trazado de sus paseos. Se pueden contar más de 100 especies de árboles y arbustos diferentes, muchos de ellos pertenecientes a especies que no existen en otros parques o jardines de la ciudad.
Uno de los lugares favoritos de todos sus visitantes es La Gruta, lago con cascada donde conviven patos y gansos.


(Wikipedia)

Embalse de Picadas - Madrid

El embalse de Picadas se encuentra en el extremo suroccidental de la Comunidad de Madrid (España), en las primeras estribaciones de la sierra de Gredos. Fue levantado en el año 1952 sobre el cauce del Alberche, que, en sus 177 km de recorrido, es retenido en otros tres grandes pantanos. Su gestión corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo, en cuya cuenca queda integrado el citado río.

Descripción
Ocupa una superficie de 92 hectáreas, que se extienden por el término de San Martín de Valdeiglesias. La presa se levanta junto al paraje conocido como Las Picadas, de donde toma su nombre, próximo al municipio de Aldea del Fresno. Aguas arriba, la cola se sitúa al borde mismo de la presa del embalse de San Juan, con el que Picadas forma uno de los complejos hidráulicos más relevantes de la cuenca del Alberche.
El embalse queda configurado por una larga y estrecha franja, debido al encajamiento que, en esta parte de su curso, presenta el Alberche. Esta orografía permitió abaratar los costes de construcción de la presa, que es de tipo gravedad.
Con una capacidad total de almacenaje de 15 hm³, el pantano se utiliza para la obtención de energía hidroeléctrica, riego y abastecimiento de agua potable, que se destina a la Comunidad de Madrid y, a través del canal artificial Picadas-Toledo, a la parte septentrional de la provincia de Toledo. La propia capital toledana o las comarcas de Torrijos​ y de La Sagra son algunas de las áreas beneficiadas de este trasvase.
Su entorno, poblado por extensos bosques de pinos piñoneros, constituye una importante zona de ocio. En la margen derecha del embalse, junto a la carretera M-501, existe un área de recreo, que recibe el nombre de La Depuradora. Está permitida la pesca en determinados puntos de sus orillas.

(Wikipedia)

El retablo de los ángeles - Obejo

Un grupo de niños -antiguamente eran gente mayor- formado por dos arcángeles: San Miguel y San Gabriel, un demonio, y un mochilero van por las casas recitando poesías y pidiendo el aguinaldo (que guarda en su bolsa el mochilero). Salen a media tarde del día de Nochebuena y están hasta las 21.00 h. Lucifer en cada pequeña representación es humillado por el arcángel San Miguel obligándole a una profesión de fe. 
Su origen se remonta al siglo XI (en la época en que la comarca estaba islamizada) y el texto se ha conservado casi igual. Día 24.
A 43 kms de Córdoba. 2.025 habitantes.

Fuente de la Farola - Sevilla


Gran farola monumental que es a su vez una fuente, situada entre la catedral y el palacio arzobispal. Fue inaugurada en 1930 tras la exposición Iberoamericana. Conjuga los estilos regionalista y modernista a base del remate de forja de hierro y un cuerpo de piedra esculpida neobarroca.

sábado, 30 de diciembre de 2017

La flor del granado

Allá por los años en que don Fernando y doña Isabel se disponían a expulsar a los moros del reino de Granada, vivía en tierra cordobesa el noble caballero don Juan de Sotomayor, señor de Belalcázar. Todavía se conserva su castillo, no lejos de la confluencia del Guadamatilla con el Júcar.
Don Juan era un joven de buenas prendas, generoso y valiente. El único defecto que tenía era el ser excesivamente enamoradizo. Su madre, doña Elvira de Zúñiga, le adoraba, y cuando los reyes hicieron un llamamiento a la nobleza para poner fin a la Reconquista, consiguió que don Juan se quedase a su lado. Don Gutierre, el hermano menor, cumplió este deber en nombre de los condes de Belalcázar y marchó a la guerra al frente de sus huestes. Don Juan, mientras tanto, pasaba alegremente en Córdoba los años de su mocedad. Su madre, viéndole mariposear de continuo entre damas y doncellas, intentó casarle, con la esperanza de que el matrimonio pusiera fin a sus devaneos. No consiguió convencerle; el joven conde rechazaba todos los partidos que doña Elvira le proponía.
Sólo una vez, contra lo esperado, don Juan dio pruebas de constancia tenaz: había encontrado el verdadero amor de su vida. Todos los años, por Navidad, los campesinos del señorío ofrecían regalos a doña Elvira, en agradecimiento a los favores que de ella recibían. Un año acudieron a Belalcázar, entre los donantes, una viuda muy pobre y su hija. La muchacha era muy hermosa y llevaba como ofrenda un cesto de jugosas granadas. Don Juan, sorprendido al verla, le habló en tono que revelaba su admiración. La muchacha se retiró con las mejillas encendidas, y, en cuanto se hubo marchado, doña Elvira reprochó a su hijo el haber empleado un lenguaje tan galante con una muchacha tan pobre como honrada. Y observando que se había quedado realmente impresionado, le hizo prometer que no trataría de buscar de nuevo a la muchacha.
Sin embargo, el primer día que don Juan salió de su casa dirigió su caballo al huerto donde trabajaban la bella aldeana María y su madre. Pasó a su lado y las saludó cortésmente, emprendiendo después el regreso. Aquella noche no pudo dormir. Al día siguiente se dirigió de nuevo al huerto, y esta vez saltó la valla. Y así, con un pretexto o con otro, repitió sus visitas cada vez con más frecuencia.
Una tarde el conde halló a María sola entre la espesura de los granados. Era primavera. El ambiente y la ocasión se presentaban de lo más propicios. Don luán le declaró su amor con encendidas frases. Ella, que le amaba también desde el primer día, apenas supo qué contestarle. Antes de retirarse, don Juan le pidió una de las hermosas flores de granado cogida por su mano, y en el momento en que ella levantó el brazo para atender a tan sencilla petición, se acercó, y, ciñéndola por la cintura, le dio un beso. María le rechazó, turbada, y el joven conde comprendió, por la emoción que se reflejaba en el rostro de la doncella, que era correspondido. Profundamente conmovido, le pidió perdón. Recogió la flor de granado, que se le había caído al suelo, y se despidió, diciendo:
-Adiós, María; nunca podré olvidarte.
Desde aquel día don Juan se sintió muy desgraciado. Confesó a su madre que amaba a María como no había amado nunca a ninguna mujer y que el único remedio para su pasión era casarse con ella. Doña Elvira recibió un disgusto tan grande con estas palabras, que cayó en los brazos de su hijo presa de grave accidente. Para aliviarla fue preciso que éste prometiera renunciar a aquel matrimonio.
Don Juan, desolado, decidió marchar a la guerra. Obtuvo el consentimiento de su madre, que esperaba que la ausencia le curase, y partió sin despedirse de María: temía que al verla, flaquease su resolución,
Antes de abandonar Belalcázar, le mandó por su paje un relicario de oro que contenía la flor de granado que ella le había dado, y este sencillo mensaje: «Nunca te olvidaré». María recibió el regalo al mismo tiempo que la noticia de que su señor partía. Aquel día acabaron todas sus ilusiones y todas sus esperanzas.
Transcurrió un año, y el conde de Belalcázar regresó ileso de la guerra y cubierto de gloria. María, en cambio, yacía enferma. El médico no conocía su enfermedad, pero sabía que era mortal. La melancolía que se había apoderado de ella había extinguido sus fuerzas y había marchitado su belleza.
Un día se enteró de que se iba a celebrar una gran fiesta para conmemorar el regreso de su señor. Al oír que don Juan había vuelto, sus colores reaparecieron momentáneamente y su emoción fue tan viva, que la madre adivinó la causa del mal que la consumía. Pasados los primeros días que siguieron a las fiestas, la tristeza volvió a apoderarse de la joven. Su postración y abatimiento fueron tales, que la desesperada madre tomó una atrevida resolución: se dirigió al alcázar y solicitó ver al conde.
Don Juan la recibió afectuosamente y la pobre viuda le contó, entre sollozos, que su hija estaba a punto de morir. Momentos después, el conde, profundamente conmovido, se presentaba en la humilde casa de María. Al enterarse ésta por su madre de que el señor se acercaba, vistió sus modestas galas de fiesta y salió a recibirle a una salita oreada por el aire del campo, desde la que podía verse el huerto de los granados.
Don Juán no pudo ocultar la penosa impresión que María le produjo. Su belleza se había marchitado y su cuerpo se arqueaba como el de una vieja. ¡Y él había sido la causa de la ruina de aquella maravillosa hermosura! Grandemente emocionado, y sintiendo que su amor se elevaba y se ennoblecía, cayó a los pies de María y, confesándole la cobardía que le había hecho ceder a los ruegos de su madre, y que le había llevado a la guerra, le prometió que ya nada podría cambiar su decisión. Si era necesario, renunciaría a sus riquezas y a su título, pero sería su esposo.
María, que no hubiera admitido nunca tal sacrificio, al escuchar estas palabras se puso intensamente pálida por la emoción. Por unos momentos sus ojos brillaron, como antaño, radiantes de felicidad y la vida animó su rostro demacrado; pero, instantes después, dejó caer la cabeza sobre el pecho: la emoción que había sentido le produjo la muerte.
Pocos días después, don Juan de Sotomayor hacía renuncia de todos sus derechos y de su fortuna en su hermano menor don Gutierre y tomaba el hábito de franciscano bajo el nombre de fray Juan de la Puebla. La tierra que vio su bulliciosa juventud conoció también su humildad y su caridad. Todavía Córdoba le recuerda por sus virtudes.

(Vicente García de Diego)

Peña Cabarga - Cantabria

Peña Cabarga es un macizo calizo situado en Cantabria (España) y que configura el Parque Natural del Macizo de Peña Cabarga, cuya aprobación está pendiente desde 2005, a la espera de la aprobación de los preceptivos PORN y PRUG.[1]​ Tiene una altitud máxima de 569 metros en la cota denominada pico Llen[2]​ y una superficie de 377 hectáreas.
La formación se localiza paralela a la orilla sur de la bahía de Santander. Su ladera norte está ocupada por cultivos y prados en su parte baja y por roquedos de roca caliza en la zona más elevada (destacan las formaciones kársticas). En el nivel intermedio crecen eucaliptos de repoblación.
La vertiente sur está cubierta por amplios encinares bajos que dan cobijo a una amplia riqueza faunística. No obstante, la continua sucesión de incendios por la actividad ganadera extensiva ha llevado a perder importante superficie arbolada. Entre la fauna de interés se puede encontrar: garza real, polla de agua, zampullín chico, ánade real, pato cuchara, cerceta común, alimoche, lechuza, mochuelo, y mamíferos como los mustélidos.
Los yacimientos de óxido de hierro en la vertiente suroccidental han sido explotados desde la época romana (no en vano las fuentes clásicas calificaban a esta formación como «la montaña de hierro») hasta 1988. La disolución de la caliza ha originado un gran lapiaz de importante superficie con una topografía de grandes columnas calcáreas, arcillas de descalcificación y nódulos de óxido e hidróxido de hierro. Este lapiaz está declarado como Punto de Interés Geológico desde 1983.
Con el fin de proteger las explotaciones mineras, en 1988 el Gobierno de Cantabria realizó una restauración paisajística importante. Convirtió su zona sur en una área de ocio con la creación del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, una gran extensión de terreno donde se incorporaron una gran variedad de animales en régimen en semilibertad en un entorno de gran interés paisajístico.
En lo alto de Peña Cabarga existe un mirador junto al Monumento al Indiano desde el cual se puede observar toda la costa de Cantabria, Santander y su bahía, y los Picos de Europa. Además, en el mirador superior del monumento hay una cámara oscura en la que el visitante puede ver panorámicas de la bahía de Santander, pudiendo llegar alcanzar en días despejados las provincias limítrofes de Vizcaya y Burgos.

(Wikipedia) 

Plaza Vieja de Saldaña

Antigua Plaza Mayor de la Villa, no lejos del castillo, remonta sus orígenes a los siglos X-XI, época de esplendor del Condado de Saldaña, aunque el conjunto actual es en gran parte obra del XVI al XVIII. Testigo privilegiado de la historia saldañesa y solar de las casas de los linajes más ilustres de la Villa, como los Cartagena (en cuya morada parece pernoctó Fernando el Católico, con motivo de una cacería real entorno a 1508, como consta en el Archivo parroquial de Villalafuente). Es de una gran belleza, elegante en su sencillez, sin duda uno de los elementos urbanos mejor conservados de la Comunidad castellano-leonesa, restaurado entre los años 1988 y 1996, y declarado centro del Conjunto Histórico Artístico en 1995.

Estructura
Tiene planta con tendencia rectangular, pavimentada con cantos rodados, y entradas en las cuatro esquinas. Las construcciones que la forman  son generalmente de dos alturas y, excepto en un caso, de modestas dimensiones, asentadas sobre parcelas rectangulares y estrechas, empleándose con profusión los entramados de madera.
El piso bajo se construye sobre un zócalo de mampostería de cantos rodados, sobre el que se levantan las hiladas de ladrillo macizo dispuestas a soga y a tizón y unidas por argamasa de cal y arena. Sobre esta planta se levanta el segundo piso con una estructura más ligera de postes rematados con zapatas, unidos por carreras horizontales y tornapuntas diagonales. Estas tramas de pino y roble a veces se complican con la sucesión intermedia de postes más pequeños y maderos tableados horizontales a poco más de un metro de altura sobre la carrera. El relleno es en su mayoría de ladrillo, colocado sobre todo a soga y a tizón, con escasas hiladas dispuestas en espina de pez. Es frecuente también encontrar edificios donde estos complicados entramados arrancan desde el suelo, apoyando los postes sobre basamentos de piedra.
El elemento más característico del conjunto es el soportal, pavimentado con piedra y formado por pies derechos de madera (de sección circular o cuadrada) o por columnas y pilares de piedra que sustentan zapatas de madera (en su mayoría con formas de tronco de pirámide invertida) o sencillos capiteles de piedra (con volutas de orden jónico o diversas molduras de tipo dórico, a veces decorados con pequeños escudos de armas). Estos “poyos” se alzan sobre basas de piedra de formas muy variadas (simples cubos, basas con diversas molduras de tipo jónico y corintio, trapecios truncados…), hechas generalmente en caliza blanca.
La fachada principal se orientada hacia el interior de la plaza y tiene vanos bastante amplios y dispuestos regularmente. En la planta baja, la puerta rectangular suele estar centrada y flanqueada por dos amplias ventanas; en el piso superior se disponen dos o tres ventanas también rectangulares y a veces se dispone un balcón volado decorado con labores de forja. Todos estos huecos se enmarcan con madera y a veces presentan dinteles de ladrillo dispuestos a sardinel. El conjunto queda rematado con una cornisa de amplio alero, con canecillos de madera tallados, que sustentan los tejados a dos aguas donde sobresale una gran variedad de chimeneas de ladrillo.
La parte posterior de la vivienda se resuelve de varias formas, presentando pequeños patios o corrales con acceso desde esta trasera, o en algún caso con modestos voladizos.
Al contrario de como hoy lo observamos, todo el conjunto podía ir enfoscado, dejando a la vista las cabezas de la viguería. Las viviendas se adosan unas a otras mediante medianerías, también con entramados, hasta configurar la plaza y las entradas en sus esquinas.

(Ayuntamiento)

Tejo del Barranco de la Cañada de las Fuentes



El tejo del Barranco de la Cañada de las Fuentes, al sur de la Sierra de Cazorla  que se estima su edad en torno los 2000 años. Se trataría del árbol más viejo de Europa.

viernes, 29 de diciembre de 2017

Fuente Mágica de Montjuich Barcelona

La fuente Mágica de Montjuic o simplemente llamada fuente de Montjuic, está situada en la plaza de Carles Buïgas, en el distrito de Sants-Montjuïc, Barcelona. Es el elemento principal de un conjunto de juegos de luz y agua que se desarrolla en todo el eje desde el Palacio Nacional hasta la plaza de España, que incluye cascadas y estanques y, en la parte inferior, hileras de columnas luminosas a ambos lados de la avenida, hoy en día sustituidas por surtidores iluminados de proporciones parecidas y de mantenimiento más sencillo.

Historia
Fue construida con motivo de la Exposición Universal de 1929 por Carles Buïgas en el lugar donde estaban situadas las Cuatro Columnas de Josep Puig i Cadafalch.
Las obras de construcción duraron menos de un año.
En los años 80 se incorporó la música, y poco antes de los Juegos Olímpicos de 1992 se restauraron completamente.
La fuente fue uno de los escenarios externos para la celebración de los los MTV Europe Music Awards 2002 que fueron en Barcelona. En este escenario se presentó Bon Jovi entre otros artistas famosos.
A partir del 2013, se celebra en este lugar la fiesta de las Campanadas en la ciudad de Barcelona. Barcelona ha ideado un nuevo icono de la ciudad con un espectáculo en el que 12 volcanes de fuego, que acompañarán las 12 campanadas, y el 'Ésser del Mil·leni', una figura de 15 metros de altura hecha de hierro que el resto del año se encuentra en el parque del Mil·leni de Gavà, despedirán el año. Las campanadas son el momento estelar de la ceremonia, y a lo largo de la avenida habrán instalados 16 puntos de explosión --ocho a cada lado--, de forma que los volcanes recorrerán desde las Torres Venecianas a la Font de Montjuïc, donde explotarán.

Buigas y la guía de luz
Buigas aprovechó para el diseño de sus fuentes el principio de reflexión total de la luz estudiado por el suizo Jean-Daniel Colladon en el siglo XIX utilizando el agua como guía de luz, de una forma parecida a lo que ocurre dentro de una pieza delgada de vidrio, fenómeno estudiado por Sir Charles Vernon Boys y patentado por John Logie Baird, que se produce también, por ejemplo, dentro del metacrilato, teniendo como colofón su aplicación en la fibra óptica.

(Wikipedia)

El Zapatero y el salmón - Madrid

"En la plaza Mayor, donde nos hemos detenido esta mañana para esperar la respuesta de un criado a quien mi prima envió con un mensaje cerca de allí, he visto a una mujer que vende rodajas de salmón y lo pregona desenfrenadamente. Molestaba con sus voces en elogio de la mercancía y por su insistencia en ofrecerla a todos los transeúntes. Al fin se acercó un zapatero y pidió una libra de salmón.
"-No habéis recurrido al mercado -le dijo la vendedora- porque os figuráis que mi salmón es cosa de poco precio, y cuesta un escudo la libra.
"El  zapatero, indignado de que así  se pregonara su pobreza, dijo en tono colérico:
"-En verdad, hoy desconocía el precio del salmón; si hubiese ido barato necesitaba una libra;  pero ya que va caro, dadme tres.
"Alargó la mano para soltar sus tres escudos y se la llevó después al sombrerillo para encajárselo hasta las cejas. (Las gentes de oficio llevan el sombrero de alas recogidas, y las personas de calidad lo usan muy ancho de alas.) Luego se retorció las puntas del bigote, y con la mano puesta en el puño de la tizona, cuya contera levantó el vuelo de la raída capa, tomó su compra y volvió a su tienda mirándonos altanero, como si hubiese realizado una heroicidad y fuésemos testigos de su valor.  Pero lo más curioso del caso es que, a buen seguro,   aquel hombre no tendría más dinero; gastaba en salmón el  jornal de ocho días, y aquella genialidad orgullosa debió tener por consecuencia que la familia del bravo español ayunara una semana, después de cenar una noche abundante pesca. Tal es aquí la gente. Algunos caballeros cogen unas patas de gallina y las dejan colgantes de tal modo que asomen por debajo de la capa, como si efectivamente llevasen una gallina, y lo que suelen llevar es hambre.

(Carlos Fisas)

Fuente Vieja - Aznalcázar


Restaurada en el año 2000, esta importante muestra del barroco civil en Andalucía está decorada con azulejos fechados en los años 1773 y 1789. El agua de la fuente fue aprovechada por anteriores civilizaciones, como lo demuestra la presencia de aljibes circulares típicamente musulmanes.

(Monumental-Net)

Leyenda de San Gil Valle de Nuria

La leyenda dice que el santo de origen ateniense San Gil moró el valle de Nuria. Cuando los árabes comenzaron la invasión de la península enterró la imagen de una virgen en una olla, junto con una cruz y una campana que utilizaba para llamar a los pastores de la zona. En el año 1079, un peregrino de nombre Amadeo acudió al lugar por revelación divina y encontró todos aquellos enseres escondidos por San Gil, construyendo un pequeño templo para albergar la imagen de la virgen.
La imagen que se venera es una talla románica de madera que data del siglo XII o XIII. Los pastores la han tenido como patrona de la fertilidad, por lo que es tradición acudir y enmendarse a su favores para conseguir la descendencia.

(Mendikat)

La Pastorela - Braojos de la Sierra

Se trata de una danza pastoril tradicional que se celebra todos los años. Los primeros escritos datan del XV, aunque ya se celebraba antes en Nochebuena, cuando los pastores bajaban al pueblo para ofrecer corderos al Niño Dios durante la misa del gallo. Mientras algunos músicos tocan instrumentos caseros nueve pastores entran en la iglesia dirigidos por el «zarragón» formando dos hileras. Llevan en la mano un cayado (palo o bastón) y visten traje de cuero, albarcas y un morral. El «zarragón» ofrece el cordero al Niño Jesús y luego bailan de cara al altar durante la misa. En la Adoración los pastores se arrodillan ante el Niño. 24 y 25 diciembre.
A 80 km de Madrid. 200 habitantes.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Parque natural O Invernadeiro - Orense

Con cerca de 6.000 hectáreas y enclavado en el Macizo Central ourensano, O Invernadeiro se extiende a través de verdes y ondulantes montañas o de abruptos paisajes rocosos. 
Estos son los dominios del lobo, del jabalí, del armiño y de la marta. También de ciervos, corzos y cabras bravas. Un paraíso que hay que preservar. Para visitarlo es necesario pedir un permiso. Pero la experiencia es inolvidable. 
Hay 6 rutas. De este modo, aunque no seas un experto puedes acechar de cerca a corzos y ciervos... Un momento mágico. Puedes ver acebos, serbales o tejos, los árboles sagrados de los celtas, sobrevolados por águilas y halcones.
No existen asentamientos humanos dentro de los límites de O Invernadeiro. Todo es naturaleza.
Su historia viene de antiguo, siempre como propiedad no dividida desde la Edad Media, dedicada por aquel entonces al pastoreo y a la caza. A mediados del siglo pasado se convirtió en una zona autorizada de repoblaciones forestales hasta que en el año 1979 sufrió un incendio y cambió su destino. De las cenizas renació con una apuesta por la recuperación ambiental que se consolidó definitivamente en el verano de 1997 con su declaración como Parque Natural. En la actualidad es una de las mejores aulas de la naturaleza de la comunidad para conocer con intensidad la vida del Macizo Central ourensano.
Las viejas montañas galaicas, que superan en los límites del Parque los 1.500 metros de altitud, combinan el encanto agreste de la roca con la suavidad de los grandes volúmenes redondeados. Son las sierras propicias para acoger gran parte de la vida salvaje representada principalmente por el lobo y sus presas corzo y jabalí. Los ríos, igual que en tiempos primitivos los glaciares, viven en este espacio el gran momento de la montaña. Los cauces gemelos Ribeira Grande y Ribeira Pequena ponen el ritmo fluvial.

(Galicia - El buen camino)

Playa De Doñana - Almonte

Playa de Doñana (Almonte, Huelva) 28 kilómetros
Impresionantes las playas salvajes de Doñana, un espectáculo de naturaleza en estado puro por el que podrás caminar sin parar, desde la desembocadura de la ría de Huelva hasta la del río Guadalquivir en un enclave natural de película. En todo el litoral de Doñana se han mantenido actividades tradicionales como la pesca de coquinas y donde además podrás disfrutar de la gran biodiversidad existente, tanto en especies marinas como de aves.

(Kilómetros que cuentan)

Parque de Somiedo - Asturias

El Parque Natural de Somiedo, declarado Reserva de la Biosfera en el año 2000 y un lugar único donde sentir la naturaleza en estado puro. 
Con una extensión que abarca 29.122 hectáreas acoge altas cumbres con bosques de hayas y robledales que son refugio de multitud de especies de animales con el oso pardo como icono de este territorio. 
Este paisaje montañoso se entremezcla con valles que esconden lagos de origen glaciar y claras aguas como el de Saliencia, a 1.600 metros de altitud, y el Lago del Valle, el más extenso de Asturias, situado a 1.580 metros y que son los elementos centrales de una de las rutas de este espacio natural.
Para conocer mejor este Parque, poseedor de la carta Europea de Turismo Sostenible, nada mejor que realizar alguna de las doce rutas que se proponen desde esta reserva de la Biosfera. 
En Somiedo es posible disfrutar del valioso patrimonio cultural y humano en el que la cultura trashumante de los vaqueiros de alzada constituye uno de sus principales valores, además de las cabañas de cubierta vegetal. Todo un universo que recoge el Ecomuseo de Somiedo.

(ABC Viajar)

Fuente de Apolo - Madrid

Apolo, dios de las artes, la medicina y la poesía, y enemigo de la oscuridad y perseguidor del crimen, representa el espíritu ilustrado que los Borbones deseaban para el Salón del Prado como centro destinado a fomentar el desarrollo de la cultura y las ciencias.
Debido a la importancia del proyecto, en su ejecución participaron y compitieron diversos escultores. El modelo final se encarga a Manuel Álvarez en 1781, pero no llega a concluir la figura de Apolo, al morir en 1797. El monarca Carlos IV y su esposa aceleraron la ejecución de la obra porque deseaban inaugurar el monumento con motivo de la boda del entonces príncipe de Asturias, y después rey Fernando VII, con María Antonia de Nápoles. Finalmente, la fuente de Apolo se terminó en 1802.
Esta estatua del dios de la música está considerada como una de las mejores obras clásicas erigidas en España por la elegancia en las proporciones y la captación del gesto divino y el equilibrio. Apolo aparece portando una lira y acompañado por las esculturas alegóricas de las Cuatro Estaciones, ya que, como dios del Sol, de él depende el nacimiento y tránsito de las estaciones.

(¡Madrid!)

Calle del Arenal - Madrid

Arenal- Esta calle va desde la Puerta del Sol á la plaza de Isabel II. Siempre ha figurado con el nombre que hoy conserva.
En 1656 compró Madrid terreno para ensanchar esta calle desde la callejuela del puente de San Ginés hasta la entrada de la de las Hileras. Existen antecedentes de construcciones particulares desde 1654. 
Esta calle se llama del Arenal por el terreno arenoso o arroyo que había entre las parroquias de San Ginés y de San Martín.
Iglesia de San Ginés.— Con referencia á la antigüedad de esta parroquia, dice D. Juan Antonio Pellicer en su Discurso sobre varias antigüedades de Madrid: «El terreno que al presente ocupa la parroquia de San Ginés (1791), y mediaba entre la muralla y el monasterio de San Martín era, según parece, en el siglo XII un campo erial y arenoso; pero antes de los años 1250, o en el siglo XIII, ya hay noticia segura de que era uno de los arrabales de la Villa, porque refiriendo Juan Diácono el castigo que por blasfemar de San Isidro experimentó un recaudador del rey D. Fernando el Santo, que vino a Madrid a cobrar el derecho de la martiniega, advierte que estaba hospedado en el arrabal cerca de la iglesia de San Martín, en las casas de Pedro Carrantón.
»De la población de este arrabal se debe inferir la necesidad de levantar una parroquia para excusar a los fieles la molestia de concurrir a las que estaban dentro de la muralla, y que les caían á trasmano. Con efecto, en el año de 1358 se tiene noticia cierta de que estaba ya fundada la parroquia de San Ginés. Así consta de un Breve que el maestro Gil González Dávila vio y registró en su Archivo, dado por Inocencio VI en Aviñón, en 1358, concediendo varias gracias e indulgencias a los que diesen limosna para la fábrica de la iglesia, por haber robado su sacristía los moros y los judios cuya noticia basta para asegurar que la parroquia de San Ginés, aunque no es de las primitivas de Madrid, es más antigua que la de Santa Cruz, fundada, según se entiende, en el siglo XV, de cuya antigüedad, la primera noticia que trae Quintana es del tiempo del cardenal Cisneros, y que la de San Sebastián y todas las demás erigidas en los siglos XVI y XVII como refiere largamente el citado Quintana. Si la iglesia de San Ginés se fundó en el siglo XIV, como puede colegirse de lo dicho, permaneció su fábrica en pie hasta mediados del siglo XVII, según lo que refiere el licenciado Antonio León Pinelo en sus Anales de Madrid. La capilla mayor (dice) de la iglesia parroquial de San Ginés, por el año 1642, se cayó de repente, que su mucha antigüedad no permitía más duración; fué menester acabarla de arruinar con todo lo restante de la iglesia, la cual se encargó de levantar desde los cimientos Diego de San Juan, devoto y rico parroquiano, en que gastó 60.000 ducados, con tal ánimo y diligencia, que en este año, a 25 de Julio, se mudó el Santísimo Sacramento a la iglesia nueva con una solemne procesión que rodeó por la calle Mayor, donde hubo buenos altares y adorno de calles. Llevó el estandarte Diego de San Juan, acompañado de dos Grandes de España. Estuvo el Santísimo Sacramento, mientras duró la obra, en las casas del duque de Maqueda, en el cuarto bajo que sale a la plazuela de Celenque. Este mismo suceso cuenta un caballero de Madrid en carta a un amigo suyo, fecha 17 de Mayo de 1644, y expresando que este devoto parroquiano (á quien llama Juan de San Juan) era un mercader, concluye la relación con estas palabras: «Ha costado hasta ahora más de 60 000 ducados, y todo limosnas de la parroquia, que se obligó a pagar antes y cobrar después el dicho Juan de San Juan, cuyo ánimo y celo es digno de esta memoria.»
Según se ve, el templo actual es relativamente moderno. Sufrió un incendio el día 16 de Agosto de 1824, en el que pereció el famoso y celebrado cuadro de Francisco de Ricci, cuya pintura se hallaba colocada en el retablo de la capilla mayor. Merece especial mención la capilla del Santísimo Cristo; su construcción data de 1656, pero parece que había sido modificada en 1360, lo que arroja sobre la fundación una respetable antigüedad.
El chapitel de la torre es un verdadero pararrayos, en que la cruz suele hacer veces de aguja, y de conductores las aristas. Esta circunstancia fué observada por un fraile del convento de San Martín a principios del presente siglo, según afirma Madoz en su Diccionario Geográfico, y añade Mesonero Romanos que sobre el asunto publicó, en 1846, un folleto el cura do dicha parroquia, y una Memoria el señor marqués del Socorro.
La iglesia se ha reformado en 1872, inaugurándose nuevamente el día 2 de Febrero del citado año, festividad de la Purificación de Nuestra Señora. La obra fué encomendada al Sr. D. José María Aguilar, arquitecto de la visita eclesiástica. Se pensó derribar el templo en tiempo de la revolución y hacer un lindo square inglés.
En la noche del 14 de Julio de 1872, y cuando D. Amadeo y su esposa regresaban a Palacio, varios hombres que habían concertado en una taberna, sita en la calle de Ciudad Rodrigo, atentar contra la vida del Monarca, entre las cercanías del café de Levante y verja de la iglesia de San Ginés, dispararon sobre los Reyes, y a poca distancia, algunos tiros de retaco y de trabuco. Era por aquella fecha gobernador de Madrid el Sr. Mata. Comenta este hecho el señor Bermejo en su obra titulada Interinidad y guerra civil, manifestando los abusos que se cometían, dada la falta de energía de las autoridades. «El esplendor de las instituciones, dice, estaba reducido a la triste condición de que el Rey y la Reina arrostrasen, a sabiendas, la terrible prueba de pasar por delante de los que estaban apostados para asesinarlos, como cazadores que aguardan el paso de la caza.»

(Carlos Cambronero)

Belén viviente de Buitrago de Lozoya

Es el belén viviente más famnoso de la Comunidad. Se celebra a las 18.30 de los días 20, 21, 26 y 27 de diciembre. Intervienen cerca de 200 actores, y hay 24 escenas en un recorrido de 1.300 metros alrededor de las murallas. Se comienza en la plaza de los Hornos, Arco de la Concha y puerta del Bosque (por donde se entra en el recinto amurallado). En el patio de armas se coloca el mercado del belén. Hay escenas entrañables como la de La Castañera (una de las mas populares y anacrónicas). Los actores aguantan inmóviles casi dos horas. Al final se ofrece pastas serranas y limonada o vino.
A 75 km de Madrid. 2.030 habitantes.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Fuente de Hispalis - Sevilla

Realizada en 1929 para representar a Sevilla en la Exposición Ibero Americana, constituye un conjunto escultórico que representa once niños montados sobre tortugas y jugando con un loto gigante que es la base del monumento que representa a una Nereida (ninfa de los mares). Alrededor de este maravilloso grupo había cuatro niños con caracolas, por lo que popularmente era conocida en Sevilla como la Fuente de los Meones.

Tapia de Casariego - Asturias

Aunque ha crecido mucho como centro veraniego, Tapia conserva un viejo y pintoresco puerto, embutido en un estrecho entrante de mar. Durante los temporales es un deleite ver saltar las olas contra el espigón. 
El entorno del muelle está lleno de restaurantes y terrazas donde disfrutar de la gastronomía local. 
Por la margen izquierda de la rada parte un paseo marítimo que recorre los acantilados en dirección a la playa y que pasa por el mirador de Os Cañóis, una buena atalaya sobre esta parte de la costa asturiana. 
El término municipal cuenta asimismo con buenas playas. La más concurrida es la playa Grande o de Anguileiro.

(El País)

Tras Julia - Madrid



Tras Julia es el nombre de la escultura de una mujer al final de la calle del Pez. Se dice que Julia fue la primera mujer en estudiar en la universidad, para lo que se tuvo que disfrazar de chico.

(Mirador Madrid)

Parque natural de Urkiola

El Parque Natural de Urkiola agrupa los terrenos de mayor altitud de la Sierra de Aramotz, constituyendo una gran barrera caliza entre las comarcas vizcaínas de Arratia, el Duranguesado y el valle alavés de Aramaio, y separando las cuencas cantábrica y mediterránea. Si te gustan los paisajes abruptos, éste es el tuyo. 
El Parque incluye una serie de sierras y peñas calizas, barrancos y valles profundos, con cumbres que han fomentando una gran afición al montañismo y al senderismo. 
Es muy frecuentado el Amboto, su cumbre más alta, con la cueva de Mari como referente mitológico. 
El Parque Natural toma su nombre del Santuario edificado en honor a San Antonio Abad y San Antonio de Padua. Delante del Santuario de Urkiola encontrarás una simbólica piedra que es lugar de peregrinación para quienes desean hallar pareja en breve tiempo. Según la leyenda tan sólo hacen falta tres vueltas a la piedra para lograrlo. 
En el Puerto de Urkiola encontrarás el Toki Alai, Parketxe o centro de visitantes del Parque Natural

(Euskadi)

La venganza de la Ondina Caricea

En tiempos de la invasión romana en España, dos jefes del ejército invasor, Carisio y Antistio, penetraron con sus tropas en la Asturias tramontana, trabando con los naturales una gran batalla y haciéndoles huir hacia el río Nalón.
Carisio, alejándose entonces de Antistio, remontó con sus hombres el Narcea, hasta cerca de Hermo. Enamorado del colorido de aquel paisaje, el caudillo romano sintió deseos de dar un paseo por la campiña, y un día, mientras su tropa descansaba, marchó solo por el camino que conduce al lago Noceda. Paseaba distraído, entre la fronda, cuando distinguió allí cerca la figura esbelta de una mujer hermosísima, con el abundante cabello suelto que le caía hasta la cintura. Era la xana Caricea, espíritu maligno de los lagos y las fuentes, cuyo odio hacia los profanadores de sus dominios le había hecho concebir una cruel venganza contra Carisio. Éste al verla tan hermosa, se le acercó con el intento de hacerla prisionera y agregarla al botín, ya nutrido, de bellas asturianas que llevaba. Pero la bella xana huyó de su lado, sin darle tiempo a pronunciar palabra. Carisio, cada vez más encendido de pasión ante tan rara hermosura, la siguió algunos minutos, sin alcanzarla. Llegaron así a la misma orilla del lago Noceda, y la xana, jadeante, detuvo su carrera, extenuada por la fatiga. Carisio pudo entonces llegar hasta ella, la contempló extasiado unos instantes, se miró un segundo en sus verdes y transparentes ojos, y sin poder contener por más tiempo su desbordado amor, la estrechó apasionadamente entre sus brazos. La xana se dejó abrazar un instante; pero luego, abandonando su papel pasivo, rodeó con sus brazos el cuerpo del soldado con tal fuerza, que lo dejó asfixiado. Cuando comprobó que sus pulmones no respiraban, lo arrastró hacia el lago y lo arrojó en él.
Inútiles fueron las búsquedas de sus hombres por aquellos alrededores-, nadie pudo nunca más hallar el cuerpo del joven Carisio, sepultado para siempre en las aguas del lago Noceda.

(Vicente García de Diego)

lunes, 25 de diciembre de 2017

Parque de José Antonio Labordeta

Inaugurado en 1929 por Miguel Primo de Rivera, su epónimo hasta que en 2010 se cambió su nombre oficial en memoria de José Antonio Labordeta, el parque Grande de Zaragoza tiene una superficie aproximada de 368.000 m2. Cuenta con una gran cantidad de rincones especiales, en donde perderse y pasear, lejos de la afluencia urbana. El escritor aragonés Juan Moneva y Puyol en un artículo del Heraldo de Aragón de 1928, señalaba en cuanto a la ubicación allí de algunos bustos: "En un lugar de recreo y esparcimiento en donde el espíritu se halla más curioso para enterarse de lo que no interesa a la diaria utilidad. Por eso en el parque los personajes estatuados obtendrán más atención del público que los que ocupen centros de plazas donde actúa el tráfico de los negocios". Efectivamente, estos espacios ajardinados y arquitectónicos conforman un bello soporte para los veintidós monumentos escultóricos que se hallan en el parque, sin embargo, algunos de ellos, no fueron concebidos para tal bucólico emplazamiento. El itinerario planteado pretende ser un viaje a través de la memoria colectiva del pasado, recordada mediante una serie de espacios, monumentos e intervenciones artísticas que se pueda disfrutar en un agradable paseo en contacto con la naturaleza y el arte, tanto a pie como en bicicleta.

(Ayuntamiento de Zaragoza)

Fernán Alfonso de Córdoba

Fernán Alfonso de Córdoba era el caballero más importante de esta ciudad; sus riquezas y su amistad con el rey don Juan le daban una posición ventajosa en la corte. Estaba casado con doña Beatriz de Hinestrosa, mujer joven y de extraordinaria belleza. Amaba a su mujer como el día de la boda y era ella la única que hacía brotar de su carácter duro y feroz las fuentes de ternura y dulzura. Envidiábanla todas las damas de Córdoba por su hermosura, por el amor de su esposo y, sobre todo, por su vida regalada y lujosa. Un solo deseo no había conseguido el feliz matrimonio: tener hijos, y ésta era la sombra que enturbiaba su felicidad. Hicieron todo lo posible e imposible por tenerlos: desde fervientes votos y funciones esplendorosas a la Virgen hasta conjuros profanos de vagabundos egipcios y sortilegios de hechiceros árabes de Granada. Pero todo fue inútil. Fernán Alfonso esperaba siempre, confiando en su amor y en la naturaleza antes que en doctores y brujos, y, enseñoreada esta idea en su razón, se le hizo la corte tan insoportable, pensando que su poder y su gloria se enterrarían con él, que decidió despedirse de la corte y refugiarse en Córdoba con su mujer, alejados de todo.
El rey, al despedirse, le regaló un anillo primorosamente labrado, en premio a su fidelidad, que don Alfonso entregó inmediatamente a su mujer. Al poco tiempo de su vida retirada, fueron a visitarlos sus primos, los comendadores don Fernando y don Jorge de Córdoba, jóvenes apuestos y cortesanos, y de tan extraordinaria semejanza, que incluso su padre no acertaba a distinguirlos. Doña Beatriz se dedicó a agasajarlos y festejarlos, como correspondía a la familia de su esposo. Los banquetes se sucedían a cuál más espléndido, todos presididos por doña Beatriz, más hermosa que nunca. Don Jorge, el comendador, no podía quitar los ojos de ella, deslumbrado por su belleza. Los comendadores quedaron una temporada en la ciudad y seguían frecuentando la casa, donde eran siempre muy bien recibidos. Pero necesitando el ayuntamiento de Córdoba elevar una petición al rey, se decidió que el más apropiado para hacerlo, por su categoría y favor con él, era don Fernán Alfonso.
A pesar de la pena que le causaba el abandonar a su mujer, aceptó el encargo y partió entristecido, confiando en la lealtad y honor de sus primos, que quedaban con el encargo de cuidar de doña Beatriz.
La ausencia se prolongó más de lo esperado. Las cartas de su esposa mitigaban algo la tristeza de la separación, pues veía latir en ellas todo el amor que le profesaba. Al cabo de tres meses empezaron a no ser tan frecuentes, y, en cambio, las de su fiel criado Rodrigo menudeaban, pidiéndole que regresara.
Un día recibió la visita de su primo el comendador, que venía de Córdoba para visitar al rey. Hablaron alegremente de doña Beatriz, y don Fernán se sentía dichoso de poder recordar su vida cordobesa. Marchó don Jorge a besar la mano del rey, y al poco rato llegó un emisario del monarca, que ordenó a don Fernán que se presentase inmediatamente. Chocó al caballero la urgencia del mandato, y fue presto a su presencia. Lo encontró enojado contra él, y al preguntarle la causa, don Juan contestó que le creía fiel vasallo suyo y que sus dones y regalos significarían algo para don Fernán. Éste no entendía nada de lo que pasaba, y así se lo contó. El monarca, entonces, le dijo que acababa de ver en la mano del comendador el anillo que le regalara al despedirse de la corte, y no le dolía por su deslealtad, sino por el desengaño que suponía, ya que lo quería bien.
Fernán Alfonso, ahogado de ira y con el infierno en su corazón, sólo pudo decir que guardaba su anillo al par que su honra y que perder el anillo era señal de haber perdido su honra. Y pidió licencia al rey para recuperar ambas cosas. Concedióselo el rey, comprendiendo vagamente que algo anormal pasaba, y, solo y desesperado, marchó don Fernán camino de su hogar. Llegó sin aliento y destrozado. Doña Beatriz le esperaba más bella y amorosa que nunca. Dudó el caballero de que fuera verdad tal afrenta y decidió esperar para convencerse por sí mismo de si existía tal villanía. La alegría reinaba en la casa; todo eran risas y canciones, y don Fernán, intranquilo, pensaba si su mujer podría tener tanta hipocresía. Al amanecer marchó al jardín, donde le esperaba su fiel criado Rodrigo. Y le contó la terrible verdad: doña Beatriz y su primo se amaban. La cólera y la rabia devoraban el alma del caballero, que juró vengar su afrenta. Y aquella misma noche organizó una partida de caza para probar a sus primos. Efectivamente, ninguno de los dos quisieron ser de la partida, pretextando quehaceres urgentes en la ciudad. Simuló entonces que partía solo y los dejó en libertad. En cuanto se hubo marchado, reuniéronse en el cuarto de doña Beatriz los dos comendadores, con ella y una de sus más bellas doncellas; cenaron y bailaron alegremente al son del laúd, que tocaba maravillosamente don Jorge. Mientras tanto, don Fernán se arrastraba por el jardín, espiando sus acciones. Cuando hubo acabado la reunión y se separaron ambas parejas, entró en el cuarto donde estaban los dos amantes. Loco de rabia, se lanzó sobre doña Beatriz, clavándole un puñal en el pecho. Don Jorge corrió en busca de su espada; pero la furia de don Fernán era mucho más veloz y le mató antes de que pudiera defenderse. Después huyó con su criado, para tratar de olvidar su horrible desgracia, a un lugar solitario y lejano.
Enterado el rey don Juan de lo ocurrido, y a petición de la ciudad de Antequera, en cuyo cerco había peleado bravamente don Fernán, le concedió el indulto. Pero el caballero no quiso aparecer nunca más en la corte ni en lugar alguno y no se supo jamás qué fue de él.

(Vicente García de Diego)

Espino maetero de Villardefrancos - Cofiñal

ESPINO MAETERO DE VILLARDEFRANCOS A 1,30 METROS PRESENTA TRES BRAZOS  DE 60 CM, 102 CM Y 120 CM, REPECTIVAMENTE. SU COPA TIENE UN ANCHO DE 10,60 METROS Y MUESTRA VARIAS MARCAS DE PODAS.
Este majestuoso espino, que sirve de cobijo a caballos que pastan por la zona, tiene un porte arbóreo y se encuentra, solitario, en el centro de los prados de Tronisco, situado, aproximadamente, a dos kilómetros del pueblo, a través de un camino que sale desde la iglesia en dirección al pinar de Lillo. El entorno es de piornal y pastos.
El paisaje es de alta montaña con notables zonas de bosque, desde robledal hasta dignos ejemplares de acebos y pinar autóctono de Pinus silvestris. La naturaleza se halla aquí protegida al formar parte del enclave natural de la Reserva Nacional de Mampodre. En la localidad de Puebla de Lillo se unen la aguas del río Porma y del Silván.
El término municipal de Puebla de Lillo, donde se encuentra la localidad de  Cofiñal, se halla en el noreste de León, en la vertiente sur del macizo oriental de los Picos de Europa, limitando en su parte norte con Asturias. Es una localidad, dentro de la montaña leonesa, que fue nudo de comunicaciones entre Castilla y Asturias.
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Nombre científico: Crataegus monogyna Jacq.
Nombre común: majuelo, espino albar, espino blanco
Denominación popular: Espino Maetero de Villardefrancos
Localidad (Provincia): Cofiñal (León)
Edad estimada: centenario

(Antonio Rigueiro)

Embalse de Almoguera - Guadalajara

El embalse de Almoguera es un embalse español situado en el cauce del río Tajo a su paso por el término municipal de Almoguera, en la provincia de Guadalajara. Se inauguró en 1947 como central hidroeléctrica para complementar a la de Bolarque, y como reguladora del caudal del río ante las posibles crecidas e inundaciones de las tierras

(Wikipedia) 

domingo, 24 de diciembre de 2017

El pastor encarcelado

Un pastorcillo castellano, llamado Hernando, habiéndose quedado sin trabajo, emigró a Portugal, a ganarse la vida. Allí entró al servicio de un rico ganadero, que le encargó de apacentar rebaños en la campiña de Villaviciosa, abundante en pastos. Mientras sus ganados pacían, él se subió a lo alto de una loma, en la que había una pequeña ermita; penetró en ella, y quedó apenado ante una preciosa imagen de la Santísima Virgen, olvidada, cubierta de polvo y sin el menor vestigio de culto. El pastor la limpió como pudo y, postrándose ante ella, oró fervientemente; después recogió en el campo unas florecillas silvestres y las puso a los pies de la imagen, cuidando desde aquel día que ya no le faltaran. Ni una sola mañana dejó de visitar a su Madre el devoto pastor y constantemente lucía ante el altar una lamparilla de aceite que alimentaba con la ración que le daban para su comida.
Pasó el tiempo y seguía yendo a diario a la ermita, sin que jamás encontrara a nadie rezando ante la imagen. Llegó a sentirla tan suya, que, teniendo que volver a España, no podía admitir la idea de separarse de aquella Virgen y dejarla en el abandono y soledad en que la encontrara. Un vivísimo deseo de llevársela se apoderó de él, y dudando que pudiera ser un robo, pedía a la santa imagen que iluminara su razón y le manifestara su soberana voluntad, que él acataría.
Llegó el último día de su estancia en Portugal; fuese a la ermita, y allí imploró de nuevo que le inspirase lo que debiera hacer. Terminados sus rezos, sintió una firme decisión de no dejarla entre aquellos tibios creyentes que la habían olvidado, y llevársela con él, para adorarla hasta el último día de su vida. De pronto, como impulsado por una fuerza superior, se levantó, tomó la imagen en sus brazos y guardándola con todo cuidado en el zurrón, salió de la ermita y, una vez se hubo despedido de su amo, se encaminó a España, radiante de gozo. Al pisar el suelo de su patria, sacó la pequeña imagen de su zurrón, y, de rodillas ante ella, le suplicó que guiara sus pasos al lugar preferido para su culto. El pastor echó a andar sin rumbo fijo. Dejándose guiar por la voluntad divina, caminó varios días y varias noches, hasta que llegó a un paraje muy abrupto de la provincia de Córdoba, y en unas montañas llamadas las Gamonesas vio un árbol muy grueso y hueco, que presentaba como una rústica hornacina bajo el dosel de sus frondosas ramas. En el acto abrió su zurrón y, sacando la imagen, la colocó en el hueco del árbol, que parecía hecho a su medida, y después de pedir su protección para no alejarse de ella, fue a buscar empleo en las cercanías. Se ajustó de vaquero en un cortijo próximo, y, guiando el ganado, podía llegarse todos los días a pasar un rato en fervoroso coloquio con la reina del cielo.
Pasado un año, un vecino de Villaviciosa entró, por curiosidad, en la ermita y echó de menos la imagen. Dio parte a las autoridades, y como se comentara el hecho entre los vecinos del pueblo, pronto se supo, por el rico ganadero, que su criado español tenía mucha devoción a la Virgen, y todas las sospechas recayeron sobre él. Se le persiguió, hasta encontrarle en las Gamonesas, arrodillado, adorando a la santa imagen, como tenía por costumbre. Después de maltratarle y sujetar sus manos con cadenas, le llevaron a Portugal, juntamente con la imagen, y allí fue condenado a muerte por robo sacrilego. Se le encerró en un lóbrego calabozo, y el pastorcillo invocaba sin cesar la protección de su Madre Santísima. Escuchó el fallo de la sentencia serenamente, ya que de nada le acusaba su conciencia, y siguió orando y aceptando los altos designios de Dios.
Pocas horas faltaban para la ejecución, y el pastor se sintió invadido de un profundo sueño, que no podía vencer, a pesar de sus esfuerzos por aprovechar sus últimos momentos. Al fin le rindió el sueño, y cuando despertó de su letargo se encontró libre de cadenas; en vez de la oscura prisión, veía las montañas cordobesas, sobre él las ramas del frondoso árbol, y a su lado la imagen querida. Loco de gozo, daba gracias por su libertad, mientras derramaba lágrimas de emoción.
Mientras, en Portugal, llegado el momento de ser conducido a la horca, los carceleros abrieron los fuertes cerrojos de la celda y quedaron perplejos al encontrarla vacía. La noticia se divulgó por el pueblo en unos momentos, y el párroco vio, alarmado, que la santa imagen también había desaparecido.
Se pensó que era un hechicero que usaba de sus malas artes y de nuevo se había apoderado de la imagen, y se le buscó, con la orden de matarle donde se le encontrara. Los portugueses se encaminaron lo primero a las Gamonesas, y allí le encontraron bajo el mismo árbol, en adoración ante la Santísima Madre. Con furia se echaron sobre él y le golpearon y prendieron. Entre insultos y golpes, que él sufría pacientemente, le hicieron caminar varias jornadas. Rendidos del camino, se echaron todos a dormir, y con gran sorpresa vieron, al despertar, que estaban junto al árbol del que habían partido hacía varios días. De la emoción, todos quedaron mudos, meditando el prodigio que habían presenciado. Pasadas unas horas, uno de ellos pudo recobrar el uso de la palabra y propuso a sus compañeros postrarse ante la santa imagen a pedir perdón y reconocer el mandato divino de ser allí adorada y reverenciada.
Se despojaron de cuanto dinero y objetos de valor llevaban y se lo entregaron a Hernando, para que allí mismo edificase una ermita donde se rindiera culto a la milagrosa imagen.
Hernando les perdonó de corazón, y al verse libre junto a la Santísima Virgen, cayó desvanecido.
Al tenerse noticia del suceso en Córdoba, se le erigió un magnífico santuario, donde fue venerada esta santa imagen con gran devoción, nombrándola su patrona y abogada, y se formó una Cofradía de Nuestra Señora de Villaviciosa, aprobada por Clemente VIII, en 1528.
El pastor se consagró en vida a adorar la prodigiosa imagen y vivió junto a ella hasta su muerte.

(Vicente García de Diego)