Visto desde la distancia, el casco antiguo de esta localidad valenciana parece una funda medieval de cal y adobe adaptada a los pliegues de un cerro. Pero Bocairent tiene también una versión subterránea: las covetes del Colomer, antiguos graneros tallados por particulares en el subsuelo que terminaron por crear una red de túneles que horada buena parte del cerro.
(El País)
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