miércoles, 30 de noviembre de 2016

Folia en San Vicente de la Barquera - Cantabria

La Fiesta de La Folia en San Vicente de la Barquera se celebra el segundo Domingo después de Pascua.
Una procesión marinera de exaltación a la Virgen de la Barquera. Cerca, las desembocaduras de los ríos Nansa y Deva, forman las rías de Tina Menor y Tina Mayor, espacios naturales de gran belleza.
La fiesta de “La Folia”  en San Vicente de la Barquera, consiste, sustancialmente, en un recorrido, romería o peregrinación en alta mar. La tarde del Sábado de Gloria, la Virgen va de camino en procesión por tierra, desde su santuario, que está situado a la entrada del puerto, hasta el templo parroquial. En esta ocasión la Virgen viste manto de luto sobre manto un  manto azul. El día de la fiesta, el domingo, la Virgen luce un manto azul.
El domingo, tras la fiesta, a las cinco de la tarde comienza La Folía propiamente dicha. La cofradía de mareantes, autoridades religiosas y civiles y el pueblo entero llevan la imagen hasta el puerto, situándola en una mesa cerca del embarcadero.
Posteriormente es conducida por el mar a su santuario, aprovechando para ello la pleamar.
Allí, ocho mozas vestidas de blanco -las doncellas o protegidas de la virgen- cantan al son de sus panderetas y se presentan arrodillándose. Los marinero embarcan a hombros la imagen en un barco pesquero engalanado con ramaje, flores y banderas de vistosos colores, y seguidos por otros barcos, desde los que se lanzan cohetes y salvas a la Virgen.
Cuenta la tradición que, por los tiempos de la invasión sarracena, un martes de Pascua, los vecinos de San Vicente de la Barquera, vieron como se acercaba a sus costas una barca sin tripulación, sin remos, sin velas, sin timón, envuelta en resplandores y guiada por la imagen de la Virgen.
Todos quedaron impresionados y esperaron a que llegara a la orilla, para conducirla en procesión a la parroquia, donde depositaron la imagen en la capilla de San Vicente.
Le construyeron un santuario en el lugar donde había arribado, poniendo como altar la roca que había parado la barca. En la bóveda de la ermita colgaron la embarcación.

(Cantabria rural)

martes, 29 de noviembre de 2016

Marjal de Peñíscola

El marjal de Peñíscola está situada en el límite meridional de la Plana de Vinaròs, emplazada en su sistema hidrogeológico, el cual está asociado al acuífero del Maestrat, y de ambos recibe recursos hídricos en forma subterránea.
Se trata de una zona húmeda litoral que conserva en gran parte sus características naturales a pesar de la intensa presión urbanística del entorno. En ella podremos observar poblaciones de samaruc y de fartet.

(Escapada rural)

La gruta del Pirata - Mallorca

Entre las muchas y encantadoras cuevas de la isla de Mallorca, encuéntrase la llamada del Pirata, que ocupa el segundo lugar en importancia y belleza. El primero es para las de Arta, y el tercero lo ocupan las del Drac.
Sobre el origen del nombre de la gruta del Pirata existe una leyenda.
Es histórico que las costas más castigadas por los desembarcos de los piratas y corsarios berberiscos fueron las del suroeste, y ello porque sus calas daban abrigo seguro a las embarcaciones y les facilitaban la huida en caso de peligro.
En el año 1760 una invasión berberisca sorprendió a los moradores del predio Son Forteza, cuya fortificación central estaba rodeada de barbacanas.
Los berberiscos consiguieron hacer prisionero al amo del predio, y ya lo llevaban hacia su barco, cuando el hijo del cautivo les vio y, reuniendo a su gente, presentaron pelea a los piratas, obligándoles a huir por Calabarra. Libraron al amo, y los corsarios, vencidos, embarcaron de nuevo.
En el oratorio de San Salvador de Felanitx pende todavía un exvoto que relata este hecho de armas.
Dice la leyenda que un joven pirata, al intentar huir, se pilló un pie entre dos piedras y se rompió una pierna. Y, al no poder correr, se escondió entre los matorrales. Llegada la noche, se arrastró hasta una cueva, esperando que sus camaradas, al echarle de menos, volverían a buscarle.
Procuró vendar sus heridas y se ató fuertemente a la pierna una tira de tela de su turbante, para que el hueso se solidificara, y buscó alimentos. Le resultaba muy difícil moverse; pero la providencia le deparó lo necesario. La cueva servía de refugio a ovejas y cabras. Algunas de ellas tenían crías, y con la leche pudo pasar unos días sin necesidad de salir de allí.
Cuando, transcurridos unos días, pudo salir de la gruta, ya casi repuesto, se dirigió a la playa en busca del barco, y halló que éste había desaparecido. Sus compañeros le habían abandonado, creyéndole muerto o prisionero.
El disgusto aumentó su debilidad y cayó desvanecido. Unos pescadores le recogieron y le llevaron al predio, donde fue atendido.
Con todo cuidado acabaron de curarle las heridas y la fractura de la pierna y le dieron de comer para que recuperara las fuerzas perdidas. Ante tales muestras de confianza, el joven árabe contóles cuanto le había ocurrido.
Inflamado de odio hacia los compañeros que tan inhumanamente le habían abandonado, ofreció sus servicios al amo del predio. Fue siempre tan puntual en su trabajo, tan sumiso en obedecer las órdenes que se le daban, que en poco tiempo se captó las simpatías de todos.
En diversas ocasiones defendió el predio contra sus antiguos compañeros, en los repetidos ataques que hicieron a la casa.
Convencido y convertido a la fe cristiana, fue bautizado y se casó con la hija del colono de Son Forteza, viviendo siempre en paz con la familia, hasta morir, unos años después, a causa de las heridas recibidas en lucha contra los corsarios berberiscos.
La gruta del Pirata, que habitó este hombre valeroso y agradecido, es la que posee las más formidables formaciones de estalactitas.

(Leyendas de España - Vicente García de Diego)

lunes, 28 de noviembre de 2016

Cumbres de Somiedo - Asturias

Incluir los bosques de Somiedo en esta recopilación de las islas vegetales más encantadoras de nuestra geografía no es para perderse entre sus troncos retorcidos, ni para pisar la hojarasca del hayedo viendo fascinados cómo las hojas marchitas se tragan los pies. En la Reserva de Somiedo las principales masas boscosas se encuentran bajo protección especial y únicamente tienen acceso a ellas biólogos y "científicos de la naturaleza"; el viajero excursionista se tiene que conformar con mirar desde fuera las enormes manchas verdes que cubren las laderas de las montañas, y precisamente para esto vamos a ir a Somiedo, para contemplar desde fuera la belleza y magnitud de los bosques de montaña. Mientras se sube a las brañas de taita por empinados caminos carreteros; cuando se visitan los lagos glaciares de Saliencia; recorriendo el trazado de la vieja calzada romana del Cordal de La Mesa, convertida en calzada real durante la trashumancia; desde cualquier lugar y en cualquier época del año las masas forestales de Somiedo son el principal foco de las miradas. Enormes espacios boscosos donde predomina el haya, el roble y el rebollo forman la riqueza forestal del parque natural, entre despellejadas montañas de roca calcárea que superan los dos mil metros de altitud. Las mejores representaciones del paisaje vegetal de Somiedo están en los valles de Saliencia y Pigüeña y en las inmediaciones del puerto de San Lorenzo, paso natural al vecino valle de Teverga, que alberga otro de los grandes hayedos asturianos: los bosques del puerto de la Ventana.
Para emboscarse a fondo y sentir el bosque en cada poro de la piel, para mojarse con la frescura y vitalidad de los seres vegetales de Somiedo, hay un camino que une el valle de Saliencia con Valle de Lago atravesando una auténtica jungla vegetal. Esta pista cementada está reservada para vehículos de uso local y la única manera de internarse por ella es caminando o en bicicleta de montaña. Comienza muy claramente en la carretera que discurre por el angosto valle de Saliencia entre los caseríos de Veigas y Villarín. A los pocos minutos el camino deja los prados vaqueros, el cielo desaparece detrás de la bóveda vegetal y prácticamente es imposible salir del camino por la espesura de la masa forestal. Más arriba, el desnivel de la cuesta se pone muy serio para atravesar el corazón del bosque, un lugar encantado donde se produce la transformación alquímica de los seres vegetales en elementos de conocimiento trascendental para hacer que los humanos valoremos la gran fuerza y la energía que emanan de los bosques, un lugar puro con lianas enredadas entre las ramas de los árboles, troncos vestidos con apretadas ramillas de plantas trepadoras y niebla trasmutada en hojas de lluvia goteando sobre una mullida cubierta de heléchos de colores. El paraje de las brañas de Saliencia es otro fenomenal mirador de los hayedos de la Bobia y del valle del río Saliencia. Siglo a siglo el ganadero de la comarca ha transformado paulatinamente el paisaje de los valles altos de las montañas mediante una ganadería extensiva, articulada en la estructura y el uso de las brañas y los corros según la temporada de pastos, permitiendo tener ganado pastando prácticamente durante todo el año salvo en invierno, cuando la hierba está cubierta de nieve.

(Juan José Alonso)

Dirigible Astra-Torres

Los Astra-Torres fueron unos dirigibles no-rígidos diseñados por el ingeniero español Leonardo Torres Quevedo que fueron construidos y comercializados por la firma francesa Société Astra entre 1908 y 1922 .

Desarrollo
Ya en 1902, Torres Quevedo había presentado un informe preliminar sobre la tecnología de los dirigibles en la Academia de Ciencias de Madrid y también en París. En 1905, con ayuda de Alfredo Kindelán, Torres Quevedo trabajó en la construcción y diseño del dirigible España, pasando tras esto a iniciarse la colaboración con la empresa francesa Astra, lo que se tradujo en el diseño de los Astra-Torres, comprando Astra la patente con una cesión de derechos extendida a todos los países, excepto a España, para posibilitar la construcción del dirigible en el país. A partir de 1911, Torres Quevedo contó con la colaboración del ingeniero aeronáutico Édouard Surcouf, ambos para la sociedad aeronáutica Astra.
El dirigible tenía un volumen de 23.000 m3, las dimensiones de un Zeppelin.
Algunos ejemplares fueron adquiridos por los ejércitos francés e inglés a partir de 1913.. Todos ellos fueron retirados del servicio activo en mayo de 1916.
Tras la guerra, el AT-16 fue operado por la empresa francesa Transaérienne como transporte para vuelos turísticos en torno a París, y el AT-24 fue adquirido por la Armada Imperial Japonesa.

(Wikipedia)


domingo, 27 de noviembre de 2016

Espacios del Ayuntamiento - Mieres

Expresión del amplio desarrollo decimonónico son los actuales ESPACIOS DEL AYUNTAMIENTO. Este edificio se construye en 1862 situándolo, aproximadamente, en mitad de la distancia que separaba los barrios de La Pasera y La Villa y dirigiendo su fachada principal de soportales hacia el viejo camino medieval. Su fábrica ocupa una situación centrada y exenta entre dos manzanas de borde del ensanche dividiendo el espacio de dos zonas con distintas funciones: la representativa, al este, que corresponde al espacio ante su fachada principal y la de esparcimiento en el lado de poniente.
La intención de destacar el papel simbólico del Ayuntamiento es clara en su composición general y solución arquitectónica, que corresponde tipológicamente a un marcado formalismo clasicista: primer cuerpo de soportales con cinco arcos carpanel de gruesos pilares cuya traza se continúa en la parte superior con pilastras gigantes; entre ellas destacan los grandes ventanales bajo frontones y el significativo balcón central; como remate y no falta el característico campanil decimonónico que constituye un importente elemento vertical en el conjunto de la fachada.
El espacio representativo está abierto por su lado de levante a la ladera arbolada que se ha cortado en este tramo para construir un muro de sostenimiento en forma de tímida exedra. En su centro se colocó un monumento al poeta local del bable, Teodoro Cuesta, que ha sido trasladado y sustituido, con criterio equivocado, por un reducido espacio de estacionamiento. La edificación complementaria es de escasa entidad volumétrica y corresponde a modelos característicos de los años próximos al 1900.
El espacio ajardinado posee, en cambio, edificios de construcción reciente y altura mayor, excepto en una amplia parcela de su lado sur que permanece sin edificar y se utiliza como área de juego. El trazado del jardín central obedece a una rigidez geométrica con caminos que convergen en el punto central donde se ha colocado una farola de fundición con banco circular como base. El conjunto está bien dotado de bancos, con abundante y denso arbolado.

(La plaza en la ciudad)

Faro de la Plata (Pasaia, Guipúzcoa)

No podemos faltar al conocido faro de la Plata de 1855, en el municipio de Pasaia. Puede que sea imposible aparcar por su alrededor, pero un paseo caminando hasta él resulta de lo más agradable. El faro presenta la apariencia de un castillo de tres plantas, elegante y moderno, con una fachada pintada de color blanco y con unos torreones grisáceos. Un gris plata que, como su nombre indica, acompaña lo que del lugar se dice, pues cuentan que, en aquellos días cuando el sol más refleja, desde el mar se aprecian unos ligeros destellos grises como la plata que parecen provenir de las rocas que sustentan el castillo. Una visión que debe de ser, sin duda, mágica. De hecho, muchos peregrinos del Camino de Santiago deciden desviar su ruta para no perderse las vistas desde la cima del acantilado que se enfrenta imponente contra las olas que en él rompen.

(Termómetro Turístico)

sábado, 26 de noviembre de 2016

La monja poseída del demonio - Córdoba

En el año 1489 una señora muy virtuosa fundó en Córdoba un convento para viudas y mujeres devotas. Pronto adquirió gran fama, y a él fueron a acogerse damas y jóvenes de todas las edades. 
Cuéntase que un día entró una novicia que apenas tenía trece años, pero que asombraba por su devoción. La cual tomó el hábito a los quince apenas cumplidos. Esta niña se llamaba Magdalena de la Cruz, sin que nada se supiese de su vida, su nacimiento y su familia. Entonces era una niña y se la acogió muy bien por su inocencia y su candor. Pasado el tiempo, hizo los votos solemnes y cada vez fue creciendo en santidad y en virtudes. La fama de éstas se extendió de pueblo en pueblo y de convento en convento de tal manera, que pronto fue célebre en Córdoba y en sus alrededores. Empezó a correr el rumor de que hacía portentosos milagros desde el rincón de su monasterio. El pueblo y la nobleza, que eran muy dados a supersticiones, conservaban como reliquias todos sus regalos y cartas.
Entre los muchos milagros que se contaban de ella, uno gozaba de gran popularidad: el día de la octava del Corpus, cuando la sagrada custodia recorría las calles de Córdoba, Magdalena se encontraba enferma en su celda, sin poder salir a ver la procesión; pero, de repente, cuando murmuró una oración, se abrió la pared de su habitación, y de este modo vio desde el lecho pasar la procesión, y de nuevo el muro se cerró, una vez hubo pasado la custodia y concluido la ceremonia.
No menos conocida era la leyenda, según la cual las monjas habían visto sobre el lecho de Magdalena infinidad de hermosos carneros negros. Ésta, interrogada acerca de este extraño suceso, contestó que eran ánimas del purgatorio que iban a buscarla para pedirle oraciones.
Cuando el provincial de la orden se enteró de aquellos extraños acontecimientos, encerró a la monja en un calabozo hasta aclarar todo aquello. La prisión de Magdalena produjo un gran revuelo entre las gentes cristianas de Córdoba, que la tenían como santa.
El provincial, hombre sagaz y astuto, empezó a obrar con suma reserva y a poner los medios necesarios para descubrir aquel enredo, pues tenía algún indicio para dudar de la santidad de la monja.
Encerrada e incomunicada Magdalena dentro de la cárcel, continuó haciendo sus milagros. Uno de ellos fue que estando las monjas en el coro la vieron aparecer de improviso entre ellas, aunque desapareció en seguida. Magdalena se hallaba por aquellos días con gran fiebre y vigilada severamente en su prisión. Un milagro, y no otra cosa, fue la aparición repentina de la monja.
Una de las veces que vieron a Magdalena dormida en la prisión le ataron las manos fuertemente, y, dejándola sola en la habitación, el confesor, con el hisopo en la mano, empezó a conjurar los diablos que debía tener dentro del cuerpo por medio de un riguroso exorcismo.
Apenas empezó las primeras oraciones, se oyó una voz dentro de ella que decía: «Yo soy el diablo. Tengo bajo mi poder legiones de demonios y con otro de los míos acompaño constantemente a esta pecadora hace años, a la cual no dejaré que se escape, puesto que su alma me pertenece».
Magdalena perdió entonces su serenidad y se puso a temblar. Confesó que desde los trece años estaba en relaciones con los espíritus infernales. Todos los milagros que había obrado habían sido con la ayuda de éstos. Confesó, por fin, que había mentido constantemente y que incluso había llegado a cometer crímenes contra las gentes que no creían en ella.
Al rogarle el confesor que firmara con su puño y letra todas aquellas confesiones, cayó desplomada en su lecho, exclamando horrorizada: «¡No puedo, padre, no puedo!».
La Inquisición se ocupó del caso, y se cuenta que envió a un sacerdote para desposeerla del demonio. Después de grandes aullidos, como si fuera una sonámbula, el sacerdote, con la estola al cuello y el hisopo en la mano, ante un crucifijo, logró desalojar a los demonios.
Una vez que hubo firmado su confesión, la Inquisición la perdonó y Magdalena acabó viviendo retirada en un convento de la orden. A pesar de su retiro, la gente no olvidó sus portentosos milagros; y cuenta la leyenda que siempre que sale la procesión de la octava del Corpus, al pasar junto al convento de la célebre monja, lo hace acelerando la marcha, pues aún se cree aquel lugar poseído por los demonios.

(Leyendas de España - Vicente García de Diego)

Bosque del Adelantado - La Esperanza

El Bosque del Adelantado es un pequeño reducto de laurisilva situado muy cerca el casco histórico de La Esperanza, capital del municipio de El Rosario (Canarias, España). Esta área verde tiene una extensión de 25.397 m² y alcanza una altitud entre 850 y 875 msnm.
La gran mayoría del monte verde de este municipio fue talado para utilizar el suelo con fines agrícolas, para aumentar el área de pastoreo o para establecer asentamientos de población. Este fragmento de bosque forma parte de un tramo de barranco que ha logrado conservarse, ya que era utilizado por los vecinos de la zona para abastecerse de leña y de madera. Entre 1994 y 1998 el Ayuntamiento de El Rosario (con la colaboración del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el Fondo Social Europeo) realizó distintas acciones que permitieron que este espacio se recuperase.
Se localiza entre el antiguo edificio del ayuntamiento del municipio y la parroquia de la localidad, sirviendo de enlace entre la parte alta y la baja de La Esperanza.

Toponimia
El bosque recibe este nombre porque el adelantado Alonso Fernández de Lugo, conquistador de la isla pasó por este lugar al huir de los guanches con los soldados que sobrevivieron a la primera batalla de Acentejo, rumbo a su campamento que se situaba en Añaza.
Fernández de Lugo ostentaba el título de Adelantado, distinción que se concedía a las personas que emprendían una acción importante por mandato real, otorgado por los Reyes Católicos. De ahí el nombre que recibe este trocito de bosque.

Vegetación
La vegetación de este fragmento de bosque está formada principalmente por laureles (Laurus azorica), brezos (Erica arborea), viñatigos (Persea indica), trepadora Bicacarera (Canarina canariensis) y por arbustos como la pata de gallo (Geranium canariense).

(Wikipedia)

jueves, 24 de noviembre de 2016

Dehesas de Valdecaballeros - Badajoz

Viajar por la mítica siberia extremeña, como se conoce a esta región desde principios de siglo, es una grata sorpresa para quien espera encontrar lo que el contundente apelativo define: aislamiento, desolación, vida nula y escasa vegetación. Recorrer las orillas del embalse de García Sola, enmarcado dentro de la popular comarca pacense, es todo lo contrario. Desde luego es un decorado artificial, como son todos los embalses, pero en este caso ha contribuido de manera contundente en la conformación de la fisonomía de un paisaje y un territorio que, hasta su aparición y la de las vías de comunicación de sus infraestructuras, se encontraba despoblado y alejado de los núcleos de población importantes. Con la construcción de los embalses sobre el cauce del Guadiana estaba incluida, en el mismo paquete del proyecto, la oferta de repoblar de pinos y eucaliptos una franja de terreno alrededor del embalse, una „ costumbre que se repite en otras construcciones de este tipo. Realmente parece una manera de ocultar entre la agradable visión de la masa forestal el atentado ecológico que supone la inundación de los valles por el agua del embalse. No obstante, es una sorpresa agradable hallar en un lugar como la siberia extremeña, que todavía se encuentra al margen de las principales rutas turísticas, paisajes atractivos y sugerentes donde los árboles son parte fundamental del medio ambiente; las orillas del embalse de García Sola, unas veces agrestes y rocosas y otras adehesadas y amables, ofrecen estampas encantadoras en su largo y sinuoso recorrido. En las inmediaciones del muro de la presa, y en el tramo de carretera hasta Valdecaballeros, se encuentran los grandes acantilados del relieve, las enormes paredes de granito musgoso donde se refugian y anidan los buitres que merodean sin cesar sobre las aguas del lago artificial y sus siempre verdes masas forestales; y entre la superficie del agua y las infinitas extensiones de monte adehesado la frondosa línea de eucaliptos de troncos blanquecinos y enormes melenas crea un atractivo ambiente vegetal, afeado sin duda por las marcas del nivel del agua del pantano en temporada de sequía. La segunda parte de esta emboscada por las orillas del García Sola discurre en la cola del embalse por la pista de tierra que comienza en la carretera de Herrera del Duque a Castilblanco, a la altura del puente del pantano. El camino es pedregoso aunque de firme duro y transitable para todo tipo de vehículos.
La pista termina a la altura de la presa de Cíjara, pero realmente no hay que hacer muchos kilómetros para conocer el auténtico encanto de las dehesas de la famosa comarca extremeña. Todos los relieves y las colinas que se ven entre la orilla del agua y el último horizonte son encinares adehesados sobre terrenos pizarrosos para uso ganadero, con presencia notable de ciervos y corzos. En la parte final, pasado el castillo de Cíjara, a unos diez kilómetros del comienzo de la pista se encuentran las mejores muestras y los contrastes más destacados de los encinares en raña, o adehesados, con los montes de bosque mediterráneo, con predominio de alcornoques y matorrales de jaras, labiérnagos y madroños.

(Juan José Alonso)

Calderón de la Barca madrugador

Vivió mucho tiempo el gran dramaturgo Don Pedro Calderón de la Barca, en la calle Mayor, nº 72 y solía decir misa en la Parroquia de Santa María. Dejándose llevar de su inspiración poética quedábase escribiendo toda la noche, y tal vez, por no dejar empezada una escena, o por no despreciar una situación que de repente le ocurriera, acudía muy entrada la mañana y cerca de mediodía a celebrar el Santo Sacrificio.
Un día llegó más tarde que nunca, e incomodado el sacristán le dijo que no volvería a esperarle y se quedaría sin celebrar si no madrugaba como era su obligación, y diciendo estas palabras, con ira sacristanesca, sacó de mala gana el alba de un cajón que en un clavo dejó parte del fino encaje. Riéndose Calderón al ver este destrozo le respondió con gran mesura:
- ¿Y aún os quejais de que no madrugo cuando he llegado hoy al romper el alba?

(El album de Madrid - 21/04/1899)

miércoles, 23 de noviembre de 2016

El final de la "Ruta de la Seda" - Madrid

Hasta "Gil, sucesores de Antolín Quevedo", fundada en 1880 en la carrera de San Jerónimo,  llegaba la ruta de la seda, esto es, la ruta de la importación de mantones de Manila. Pese a ser originarios de China, los mantones se llamaban de Manila por ser éste el puerto donde se exportaban. La historia de la seda se remonta a la China del año 3000 antes de Cristo y fue en el año 1000 a. de C. cuando comenzaron a realizarse bordados. Los símbolos de los mantones eran: el dragón (representación del emperador), el faisán (las realizaciones del emperador y la belleza), la grulla (la longevidad), las ocas (la normalidad conyugal), y las mariposas (la felicidad y la alegría).
La abundancia de flores bordadas respondía al expreso deseo de las féminas hispanas decimonónicas que así lo solicitaban a los fabricantes chinos. Hay que decir que el antiguo “Schal” de los persas, aquí llamado chal y luego mantón, es el resultado de la demanda de las mujeres españolas a la industria china, ya que las chinas nunca los llevaron.
Gil, una tienda inolvidable, ha cerrado en 2014. La Puerta del Sol ha perdido uno de sus símbolos, un símbolo de comercio de calidad y trato humano.

(Tiendas de Madrid)



Garganta verde - Cádiz

La Garganta Verde es un espectacular cañón que ha sido excavado por el Arroyo del Pinar. Está situada a unos 5 km de la localidad de Zahara de la Sierra, en pleno Parque de la Sierra de Grazalema.
El nombre de Garganta Verde le viene de la frondosa vegetación que tapiza sus elevadas y verticales paredes que en los puntos más agrestes llega a alcanzar una profundidad de 400 metros. El sendero que recorre la garganta verde tiene una dificultad media-alta y una longitud de 2'5 km (2 horas). Para poder visitar y acceder a la zona es imprescindible un permiso que se otorga en el Centro de Visitantes de Zahara de la Sierra o en el de El Bosque. En la profundidad de la garganta se puede observar la Cueva de la Ermita de origen cárstico.

(Wikipedia)

martes, 22 de noviembre de 2016

Pollo con langosta (Pollastre amb llagosta)

Según parece, este plato tiene sus orígenes en Tossa de Mar, en la época en que la langosta era el ingrediente barato y el pollo el caro.
El día de la fiesta Mayor se asaba el pollo. A veces aparecían convidados inesperados o hacía falta alargar el guiso para el día siguiente. Entonces se le añadía el ingrediente que los pescadores tenían más a mano (recordemos que no había transportes rápidos ni refrigeración adecuada).
Actualmente, este plato "Mar i muntanya" o "Mar i Terra" se prepara también con cigalas, langostinos o gambas. Josep Plá explica que la langosta era un plato de pobres y deja entender que estas combinaciones tan atrevidas no le gustan. Sin embargo, destaca tres recetas por las que mucha gente caminaría dos horas sin pensárselo: el arroz negro con marisco y un buen sufrito; el niu con pejepalo, estómago de bacalao, un pichón y allioli, y la langosta con pollo.

(Traducido de "Diari gran del Sobiranisme")

Plaza de España - Lugo

El amplio cuadrilátero de la PLAZA DE ESPAÑA se abre hoy allí donde el núcleo medieval extendió sus huertas y modestas construcciones bajo la denominación Cortiños de San Román.
Su lado norte coincide con un tramo del gran eje que recorrían los peregrinos y su superficie de poniente estuvo ocupada por la fábrica del convento de Agustinas. Hacia levante, con un marcado distanciamiento, Pedro de Artigas construyó la Casa Consistorial en el siglo XVI y, durante la misma centuria, el nuevo seminario se sitúa ocupando unos solares del mediodía. La proximidad de estos importantes edificios con amplio espacio entre ellos permitió formar una plaza enmarcada por sus respectivas fachadas. La consolidación definitiva de tal espacio como centro de convivencia ciudadana se realiza en el siglo XVIII al decidirse la reconstrucción del Consistorio para presidir la plaza con el ornamento y localidad que son habituales en los ayuntamientos barrocos.
No obstante, su perímetro actual, amplio trapecio de 121 por 76 m., con suave pendiente E-O, es fruto del siglo XIX cuando el derribo del desamortizado convento de Agustinas (1840) hizo posible su ampliación regular. Hacia este gran recinto, convertido en punto neurálgico del Lugo decimonónico, se abren entonces nuevas calles - la de la Reina - inaugurada por Isabel II en 1854, y la del Obispo Aguirre, ya a finales de siglo - y su espacio central es objeto de un cuidado tratamiento. Parte de los antiguos terrenos de las Agustinas se rellenan con una plantación de negrillos cuyo gran desarrollo actua de una forma muy eficaz como reductor del espacio, mientras que, en el resto del recinto, predomina la jardinería y un arbolado más transparente. Tambien sus funciones estám diferenciadas: el área de negrillos se convirtió en paseo de verano con bancos perimetrales y superficie enarenada; a continuación, un espacio en torno al quiosco donde se celebran conciertos de música que atraen a numeroso público y, por último, una amplia zona con la fuente monumental cuya gran matrona y leones de hierro habían sido fundidos por la fábrica de Sargadelos en 1861.
Al mismo tiempo se fueron transformando los inmuebles que conformaban las distintas alineaciones de la plaza. El Consistorio añade a su arquitectura barroca la torre del reloj (1873). En el lado sur, el convento de San Francisco sustituye al antiguo seminario y, haciendo esquina con la calle del Obispo Aguirre, el Círculo de las Artes, la Sociedad recreativa y cultural de más empaque por aquellas fechas, inaugura su nueva sede social. Mientras tanto, en la alineación septentrional, los viejos inmuebles asoportalados se van renovando con atractivos locales comerciales siguiendo un proceso que integrará en estrecha convivencia edificios diezochescos y decimonónicos. Bajo sus soportales se realiza el paseo de invierno cuya animación, cuando el tiempo lo permite, se extiende al espacio inmediato, el llamado Cantón, magníficamente orientado hacia mediodía.
Hoy, cuando aun pervive en esta plaza parte de aquella vitalidad como lugar por excelencia de comercio, encuentro y paseo, su amplia superficie central sigue manteniendo la ordenación anterior, exceptuando el extremo de levante donde se han trazado los nuevos jardines de la Media Luna al trasladarse a otro lugar la vieja fuente de Sargadelos cuyos leones permanecen, sin embargo, flanqueando las escaleras de acceso a la zona de poniente. También el contorno arquitectónico ha experimentado algunas transformaciones. En los años 30 se reconstruyen los dos edificios inmediatos a la calle del Doctor Castro, cuyos volúmenes y módulos contrastan con la edificación anterior. Más tarde, siguiendo los mismos criterios, fueron sustituidos los edificios del hotel Méndez Núñez con inconvenientes y de exagerados volúmenes, mientras que en el lado del mediodía se produjeron otras renovaciones puntuales de características semejantes y en la fachada del poniente se iniciaron derribos que aún mantienen sin resolver el cierre de este lateral. 

(La plaza en la ciudad)

lunes, 21 de noviembre de 2016

La azafea - Toledo

La azafea (denominado también como al-safîha) es un instrumento de observación astronómica además de un computador analógico útil para la resolución de problemas de astronomía esférica y astrología. La azafea permite el cómputo y observación astronómica en cualquier latitud terrestre (instrumento universal). Azarquiel, astrónomo andalusí que vivió en la ciudad de Toledo (España) en el siglo XI, inventó, construyó y escribió sobre la al-Safiha al-Zarqaliya (Azafea zarqueliana) un tratado sobre el astrolabio universal. Este tratado hizo que el rey Alfonso X el Sabio hiciera incluir una traducción al romance en el libro de la azafea incluido en su Libro del Saber de la Astronomía de 1276. La azafea es uno de los inventos desarrollados por la ciencia andalusí que contribuyó no solo a la astronomía sino también a la orientación y navegación de la época.

Características
Mientras que el astrolabio es diseñado para observaciones y cómputos desde una latitud específica, la azafea permite hacer estas observaciones en cualquier latitud terrestre —de ahí la denominación de instrumento universal—. El mismo Azarquiel creó dos variedades distintas de este instrumento astronómico, la denominada ma‘müniyya —denominada de esta forma por haberla dedicado al rey al-Mamun de Toledo— y la abba-diyya ofrecida a al-Mutamid ben Abbad de Sevilla. Este instrumento permitía calcular la relación entre horas temporarias y horas iguales (denominadas también equinociales), la altura del sol sobre el horizonte, la posición del sol en las casas astrológicas (declinación solar), la latitud geográfica del lugar de observación —lo que le convertía en un instrumento útil para la orientación y navegación—, la ascensión recta de un astro y la longitud del arco diurno de un día dado.
El instrumento es básicamente una proyección estereográfica sobre los coluros de los solsticios, en contraposición con la proyección estereográfica polar del astrolabio sobre el plano del horizonte. El centro de proyección empleado en esta proyección es el punto vernal. Este tipo de proyección fue muy novedosa en la época. Sobre el pivote central del instrumento gira una alidada con una escala graduada (regula) con dos pínulas para alinear en un punto de mira el sol o cualquier astro y poder de esta forma trasladar el ángulo a las escalas de la azafea, la brachiolus que es un cursor empleado en los astrolabios universales. Entre las escalas empleadas para el cómputo astronómico se encontraban: la umbra recta y versa (cálculo de tangentes).

Historia del instrumento
Existe un manuscrito en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial que describe la azafea en 100 capítulos repartidos en 82 folios. También se encuentra descrita en un manuscrito de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. El médico y astrónomo Jacob Ben Machir ibn Tibbon (Profatius judeus) la tradujo al idioma hebreo, y Bernardo el Arábigo contribuyó a la revisión de la obra alfonsina de Azarquiel al verterla al latín en 1278. Esta edición latina circuló por Europa y permitió que el astrónomo alemán Regiomontano publicara en el siglo XV una lista de los problemas astronómicos resueltos mediante la azafea. Entre los escritores y comentaristas de este instrumento se encuentra Yehudá ben Mosé ben Cohén. El uso de este astrolabio puede haber influido posteriormente en otros diseñadores de instrumentos astronómicos como el español Juan de Rojas y Sarmiento, que en el siglo XVI elaboró numerosos estudios sobre el uso de las proyecciones ortográficas en los astrolabios. La idea de hacer un astrolabio universal similar fue desarrollada igualmente en el siglo XVI por el astrónomo alemán Gemma Frisius en lo que denominó astrolabio católico. Ya en el siglo XX Roser Puig y Millás Vallicrosa hicieron numerosos estudios y traducciones de los diversos manuscritos y bibliografía existente sobre este instrumento.

(Wikipedia)

Bosque del Emperador - Cuacos de Yuste

Cuando el emperador Carlos I vio que apenas le quedaban unos meses de vida, se retiró a un lugar tranquilo y discreto de la sierra de Gredos rodeado de bosques, cumbres y aires transparentes. Agobiado por los asuntos de gobierno y víctima de fuertes ataques de gota, preparó un séquito discreto y decidió recluirse en las austeras estancias de un solitario monasterio. La parte más complicada del retiro fue atravesar la sierra de Tormantos desde el pueblo de Tornavacas, en la cabecera del valle del Jerte, hasta Jarandilla de la Vera, en el valle del Tiétar. El monarca y los nobles de su comitiva fueron transportados por los recovecos de los bosques de la sierra en sillas de mano a hombros de los habitantes de la comarca. En aquella época los bosques de los relieves occidentales de la sierra de Gredos eran frondosos y desconocidos robledales repletos de bandoleros y animales salvajes, y presentaban una peligrosa barrera natural para el cortejo imperial. Tan dura fue la experiencia que cuando la comitiva coronó el collado de las Yeguas, paso natural entre el Jerte y la Vera, el emperador dijo que no volvería a pasar ningún otro puerto de montaña salvo el de la muerte, y así fue. El monarca, convencido de que Yuste era su última estancia en este mundo, pasó los momentos finales de su vida paseando por los castañares del monasterio y pescando en el bello estanque de los jardines, donde contrajo el paludismo que le llevó a la tumba. Esta enfermedad, desconocida hasta entonces por los pobladores del valle del Tiétar, se extendió por toda la comarca provocando la muerte de gran número de habitantes de La Vera. Pero Yuste no fue sólo el origen de plagas y desgracias para la comarca del Tiétar, también introdujo en el valle la planta del famoso pimentón, que procedente de las Américas empezaron a cultivar los monjes Jerónimos en las huertas del monasterio. En la actualidad el pimentón y el tabaco son las dos grandes bases económicas de la comarca de La Vera. Además de contemplar los enormes eucaliptos de la entrada del monasterio, los más altos de la Península, y los castañares que rodean el edificio, los bosques más auténticos, los espesos robledales que atemorizaban a los monjes con su presencia oscura e impenetrable, se extienden alrededor del muro del monasterio por los montes de la sierra de Tormantos hasta las mismas casas de Garganta la Olla. La carretera que comunica el monasterio de Yuste con Garganta es una emboscada excelente que atraviesa la enorme masa forestal de roble retorcido que crece salvaje sobre el valle del Tiétar.

(Juan José Alonso)

domingo, 20 de noviembre de 2016

Foces del Pinu - Asturias

Las foces del Pinu son un corto desfiladero (foces es, en asturiano, 'hoces') horadado por el río Pino formando numerosos rápidos y cascadas cerca del pueblo de Pino en el concejo asturiano de Aller. El entorno fue declarado monumento natural el 19 de abril de 2001 y protege un área de 76 hectáreas. El pequeño río, de 6 kilómetros, forma numerosos rápidos y saltos de agua, aunque el tramo de desfiladero propiamente dicho consta de solamente 300 m de paredes casi verticales con una anchura que, en algunos casos, no supera los 6 m.
En la vegetación se puede distinguir varias zonas:
desde el inicio hasta las hoces abundan los pastizales de alta montaña y brezales con acebos. Los árboles predominantes en esta zona son las hayas;
las hoces con excasa vegetación debido a lo abrupto del terreno con algún tejo;
zona intermedia, tras las hoces, con un extenso hayedo y el resto de pastizal con avellanos y algún roble albar;
la parte final, antes de la desembocadura en el río San Isidro, en que abundan los prados para cultivo y los castaños. En la ribera se encuentran sauces y alisos;
La fauna de la zona es variada e interesante, encontrándose el urogallo cantábrico, la nutria, el lobo, el rebeco, el corzo, el jabalí y el ciervo.
Este conjunto de cumbres, la serranía de las Fuentes de Invierno, ya había sido catalogado como paisaje sobresaliente, en el inventario realizado en 1978 por el ICONA.

(Wikipedia)

sábado, 19 de noviembre de 2016

Salinas de Santa Pola

Las Salinas de Santa Pola es un parque natural de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España.

Datos básicos
Este paraje de 2.570 hectáreas fue declarado parque natural por el gobierno valenciano el 27 de diciembre de 1988 se encuentra en la comarca del Bajo Vinalopó, al sur de la provincia de Alicante.1
A la entrada de la albufera se encuentra la Torre de Tamarit que se utilizaba como torre de vigilancia costera.

Municipios comprendidos
Elche y Santa Pola.

Orografía
Este parque natural y el de El Hondo y su entorno formaban parte de la albufera de Elche, que fue colmatada en el siglo XVII debido a las aportaciones naturales y los aterramientos para obtener nuevas tierras de cultivo.
El parque está formado por un conjunto de dunas y playas junto a las que se ubica la explotación salinera. Hacia el interior es posible encontrar una zona de agua dulce permanentemente embalsada junto con otra zona que se encharca de manera temporal.

Clima
El parque presenta un clima mediterráneo con características semiáridas propio del sureste de la península Ibérica.

Flora
Debido a los diferentes ambientes del parque hay una variada vegetación.
En las dunas litorales es posible encontrar formaciones de Crucianellion martimae, Peripocla angustifolia y Osyris quadripartita, mientras que alrededor de las balsas de las salinas son frecuentes el juncus subulatus, el juncus maritimus y el limonium santapolense, endemismo propio del parque.

Fauna
Sin lugar a dudas, una de las especies estrellas del parque es el flamenco, que llega a contar con 8.000 ejemplares durante la época de cría. En general son muy abundantes todo tipo de aves que se aprovechan de los recursos del parque para alimentarse como la avoceta, la cigüeñuela, el charrancito, el tarro blanco, la cerceta pardilla, el pato cuchara, el pato colorado, la gaviota, la focha o la polla de agua.
También es de destacar la presencia del fartet, pez endémico de la región mediterránea española.

(Wikipedia)

Bosque del Gorbea - Murua

Los primeros pasos por la senda del Gorbea son lentos y pausados, con miradas largas a los claroscuros del bosque. La cuesta del sendero no da tregua. Sin parar de caminar se mira y se remira entre los troncos de las hayas y las ramas del bosque para entretener la vista y sosegar el corazón. En las arrugas húmedas de una vieja y retorcida raíz de haya aparece, iluminado por un indiscreto rayo de sol, un manojo de hongos blancos; al lado, el musgo se empeña en pintar de su verde esponjoso unas rocas solitarias. El corazón se calma y los pasos fluyen de nuevo. A pocos metros aparece un impresionante mirador sobre la zona de recreo donde se han quedado aparcados los vehículos, y resulta que se trata de una vieja cantera rehabilitada como zona de ocio. El vacío es vertiginoso y la idea excelente. Poco a poco la senda gana altura y el bosque toma carácter y presencia. Las hayas comienzan a ser enormes, mostrando el alma verdadera de los bosques del Parque Natural del Gorbea. Al lado de las hayas, en perfecta convivencia, cada especie en su lugar, hay bosquetes de robles y majuelos, alfombras de heléchos y hasta algunas encinas encalladas en los cantiles rocosos más solitarios de los relieves de la montaña. Con tanto acompañamiento vegetal el caminar es espontáneo y, a pesar del desnivel de la cuesta, pronto la mirada está por encima del bosque, donde los árboles comparten espacio con los pastizales de altura y las zonas de matorral. Ya sólo queda un pequeño esfuerzo más para llegar al alto de Arroniano y contemplar el fascinante paisaje que ofrece el valle del río Zubialde. Verde claro y verde oscuro, verde limón y verde esmeralda, el panorama de los bosques del Gorbea es un enorme firmamento de tonos verdes salpicado en otoño por un universo estelar de colores naranjas, amarillos, rojos y ocres. A medio camino, indicada con un poste de madera, sale la senda de la cueva Mairuelegorreta, que atraviesa una parte del hayedo para llegar a la emblemática cavidad. Sus 12 kilómetros de longitud la colocan a la cabeza de todas grutas del macizo, siendo la segunda sima más larga de toda la provincia de Álava.

(Juan José Alonso)

viernes, 18 de noviembre de 2016

Faro de Tabarca (Alicante)

Tan rápido y simple como coger un barco, que hace el papel de taxi, desde Santa Pola para atravesar el mar y dejarnos en media hora en la bonita Isla de Tabarca. Allí encontraremos, en medio del verde del campo, este encantador faro formado por un edificio cuadrangular de cuyo techo sobresale otra formación cuadrangular más pequeña a modo de torre. La historia de su construcción se basa en su tremenda necesidad, ya que la baja altura de la isla causaba el naufragio de muchos marineros, quienes no divisaban a tiempo este pedazo de Alicante que se oculta a la vista en las más oscuras noches.

(Termómetro turístico)

jueves, 17 de noviembre de 2016

Alpargatería Casa Hernanz - Madrid

En tu paseo por la plaza Mayor de Madrid y sus alrededores, tienes la ocasión de ver diversosestablecimientos tradicionales de Madrid, como, por ejemplo, la Peluquería El Kinze de Cuchilleros o la Sombrerería La Favorita.
Pero si hay una tienda tradicional que te llamará mucho la atención es la Alpargatería Casa Hernanz, que está en el inicio de la calle de Toledo desde la plaza Mayor, en concreto en el número 18.Este establecimiento se abrió al público en 1860 como cordelería y alpargatería, y en la actualidad es una de las tiendas de alpargatas más populares de Madrid, la cual en verano está muy concurrida.Las alpargatas campesinas se pusieron de moda en todo el mundo en los años 60 gracias al diseñador Yves Saint Laurent.
Y la moda sigue en la actualidad en vigor, de forma que en Casa Hernanz se venden en verano más de 500 pares de alpargatas al día a pesar de la creciente competencia que viene de China.
Buena parte de ellas son producidas artesanalmente por la propia familia Hernanz, en concreto las alpargatas en las que la tela va cosida a la suela que antes era de esparto y ahora es de yute.
El éxito actual de la venta de este sencillo calzado veraniego en la Alpargatería Casa Hernanz es la gran variedad de modelos que comercializa, con 32 colores diferentes y numerosas tallas.
La Alpargatería Casa Hernanz es uno de los establecimientos centenarios de Madrid que han sido reconocidos por el ayuntamiento de la ciudad, de forma que cuando pases por enfrente de su escaparate, podrás ver en el suelo la placa que lo atestigua.

(Viajar a Madrid)





Bosque de Don Quijote - Ossa de montiel

Los capítulos XXII y XXIII de la universal novela el Quijote hacen referencia a la cueva de Montesinos. Los dos relatan historias de apariciones de personajes encantados surgidos del abismo y de tremendas batallas con extrañas aves que brotaban de la oscuridad. Pero no hemos venido a estos páramos manchegos para indagar en las leyendas del popular caballero andante, aunque de alguna manera cautiva la sugcrcntc narración por la abundante presencia de pasajes quijotescos en toda la zona.
En esta ocasión buscamos el espacio natural donde vivió la peculiar experiencia el ingenioso hidalgo manchego, los bosquetes de encinas, chaparros y sabinas que abundan en las laderas del valle del río Ruidera y en los páramos yermos del Campo de Montiel que no utilizan los campesinos como tierra de labor. Bosques de árboles menudos que causaron al popular Don Quijote y a su fiel escudero algún que otro despiste visionario, o tal vez no fueron apariciones ilusorias, sino los propios moradores de unos bosques que en aquellos tiempos eran refugio y guarida de lo secreto y desconocido, y también de lo que no se quería dar a conocer, pues la sabina es un árbol centenario que a lo largo de la historia siempre ha estado relacionado con la leyenda y la magia brujesca. En la misma boca de la cueva comienza una senda que se dirige al valle del río Ruidera entre formaciones típicas de bosque mediterráneo y curiosos afloramientos de cuarcitas. Para aprovechar mejor el paseo, en lugar de hacer la senda completa y bajar al valle, se puede caminar por la parte alta del monte para contemplar la bonita laguna de San Pedro a vista de pájaro. También hay buenos ejemplares de sabina albar en las inmediaciones de las lagunas Tomilla, Conceja y Blanca, donde este árbol de madera blanca y apretada busca las zonas elevadas y frías para sustituir a la encina. Estas tres lagunas son las más elevadas del rosario acuático de Ruidera y se sitúan donde termina la carretera asfaltada que remonta el parque natural. La pista de tierra continúa hasta las marismas de la laguna Blanca y sube a la ladera del valle para perderse entre los mejores sabinares de las llanuras manchegas.

(Juan José Alonso)

miércoles, 16 de noviembre de 2016

El hábito de Nazareno - Asturias

Cuentan aún en Abeo que en tiempos muy antiguos fue cura párroco de esta localidad un sacerdote de vida licenciosa y desordenada. Dicen que, a su muerte, fue enterrado en la iglesia del lugar con el hábito de Nazareno.
A partir de entonces, todos los días, al llegar la noche, se oía en la iglesia una serie de ruidos extraños que duraban hasta el amanecer.
Se pusieron al acecho los feligreses para averiguar quién provocaba aquel alboroto, y observaron que penetraba en la iglesia una turba de diminutos hombrecillos vestidos de rojo, cuyos ruidos y patadas no tenían, al parecer, objeto alguno.
Corrió la noticia del hecho y empezaron a inquietarse los vecinos por aquel fenómeno. Un mozo de los más atrevidos de la localidad, viendo que cundía el sobresalto, decidió poner fin a este estado de cosas, investigando la verdad y el fundamento que encerraban tan extraños hechos. Enterado de que los duendes vestían de rojo, el muchacho se vistió de igual color y se introdujo en la iglesia al caer la tarde. Al poco rato, cuando ya era noche cerrada, entró de improviso una turbamulta de geniecillos, que con gran ruido se dirigieron a la tumba del antiguo párroco pecador. El joven se mezcló con ellos y fue también hacia allá. Todos los diablillos empezaron entonces a patear en forma estruendosa. Con gran habilidad, el hombre disfrazado se atrevió a hablar y a preguntar a su alrededor, para enterarse del objeto de aquella protesta organizada. Los diablos, confundiéndole con uno de los suyos, le explicaron que trataban de llevarse el alma del párroco; pero que les era imposible hacerlo, porque le habían enterrado con el hábito del Redentor.
Al otro día, el valiente muchacho expuso al cura todo cuanto había averiguado, y éste dispuso que levantaran la losa y fuera despojado el cadáver del hábito que llevaba como mortaja. Se cumplió la orden, y aquella misma noche el silencio más absoluto reinó en las naves del templo. Y nunca más el diablo volvió a perturbar la paz beatífica de aquella iglesia.

(Leyendas de España - Vicente García de Diego)

martes, 15 de noviembre de 2016

Plaza del Campo - Lugo

La Plaza del Campo respondió, originariamente, al esquema triangular de los espacios de mercado que surgen en el compacto interior de las pueblas medievales en una encrucijada de calles; en este caso, la del Obispo Basulto con bellas perspectivas hacia la catedral, la del Miño, antiguo paso de peregrinos, el eje comercial de la calle de la Cruz, la famosa Ruanueva, por donde se salía hacia Brigantium, y la calle Armañá. Durante siglos su recinto fue escenario de un bullicioso mercado de productos del campo que llegó a extenderse por el primer tramo de las calles del Miño y de la Catedral y se animó con un gran número de modestas fondas y tabernas que perviven parcialmente en nuestros días.
Su irregular y reducida superficie, descendente hacia la puerta Miña y antaño recubierta por viejas losas, mantuvo el trazado primitivo hasta comienzos de nuestro siglo. Pero, entonces, la supresión de los soportales situados en el lado norte del arranque de la calle del Miño originará un nuevo espacio de compleja planta al incorporar no sólo un tramo de dicha calle, sino, también, el espacio de encrucijada con la calle de la Catedral. El ámbito significativo de la plaza continúa siendo el recinto del medievo con la magnífica puntualización de la fuente barroca que el obispo Izquierdo mandó construir en 1754, para recoger las aguas del viejo acueducto. A la vez, este recinto se abre hacia poniente con una fuga espacial que es subrayada por la pendiente descendente y la revalorización de la fachada de los soportales.
El conjunto de la plaza conserva esa especial belleza plástica que fue adquiriendo al renovarse sus distintos inmuebles a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX. Destaca la calidad arquitectónica de los edificios asoportalados del levante y mediodía cuyas severas fachadas de granito se adornan con buena cerrajería o esas viviendas que, situadas en el extremo oeste, presentan ya las características populares de blancos encalados y desiguales soportales adintelados donde aun puede contemplarse un viejo capitel romano. Sólo el nuevo edificio en chaflán del ángulo norte rompe con su volumen y tratamiento inadecuado la escala y ambiente general del conjunto.

(La plaza en la ciudad)

lunes, 14 de noviembre de 2016

El laringoscopio

El laringoscopio es un instrumento médico simple que sirve principalmente para examinar la glotis y las cuerdas vocales.
El inventor del primer laringoscopio fue el barítono y maestro de canto español Manuel García. Su desarrollo posterior y la utilización del laringoscopio en la práctica médica se debe en gran parte al médico alemán Johann Czermak.

(Wikipedia)

La peña Cavera - Asturias

Era domingo. Las campanas tocaban, alegres, lanzando sus tañidos desde la humilde espadaña hasta los bosques y los prados, por los pomares y maizales, por los montes y los valles de esmeralda, llenos de esplendor bajo los rayos del sol mañanero. Los aldeanos habían ido llegando, vestidos con sus trajes de fiesta-, las mujerucas, cubiertas por los oscuros mantos, ya habían penetrado en la iglesia y colocado en los bancos cercanos al altar, y el sacerdote, terminado de revestirse en la sacristía. Todo estaba preparado para que empezase el santo sacrificio, y, sin embargo, el oficiante no salía. Entraron los hombres y se colocaron en pie en la parte posterior de la iglesia, después de haber tomado el agua bendita en la vieja pila. Pero el sacerdote no salía. Se esperaba, para comenzar, al señor del coto de Tirana, cuyas eran las tierras y el pueblo. Y el señor, que aquella madrugada saliera en partida de caza, no aparecía; quizá la persecución de una pieza le habría hecho olvidar, cazador empedernido, la obligación del día de guardar. Pasaba el tiempo, la gente se impacientaba, y el sacerdote también. Hasta que, por fin, el cura, juzgando que era ya suficiente espera, salió y se dirigió al altar. Comenzó la misa.
Había terminado el evangelio, cuando un gran alboroto se oyó fuera: gritaban unos hombres y ladraban los perros. Era el señor del coto de Tirana que había vuelto de caza. Penetró el magnate en la iglesia, y grande fue su ira al ver que la misa había comenzado sin esperarle. Cuando el sacerdote se volvió para empezar su sermón, el señor le interrumpió, diciéndole: «¡No quiero oíros, ya me habéis faltado al respeto empezando sin estar yo aquí!». El sacerdote, sin hacerle caso, comenzó a exhortar a todos al cumplimiento de la ley de Dios y a santificar las fiestas. El señor, creyendo entender en las palabras del sacerdote una censura a su vida, poco respetuosa para los deberes religiosos, se enfureció aún más y, tomando su ballesta, gritó: «¡Maldito seas!». Y a sus criados: «¡Ya tengo una pieza más!». Y ante el espanto de todos, el terrible señor levantó la ballesta y disparó una saeta contra el sacerdote, que cayó con el pecho traspasado. La sangre manó en abundancia del desdichado y corrió por la escalinata del altar. El pueblo apenas si podía respirar. Un murmullo de indignación fue reprimido por el asesino, que gritó: «¡Si alguien dice algo, va a seguir la misma suerte! ¡Por Satanás!». Y salió de la iglesia, y, montando a caballo, desapareció, seguido de los monteros y de las jaurías.
Algunos hombres recogieron piadosamente el cuerpo, ya exánime, del sacerdote, y le dieron sepultura. La indignación ante el horrible crimen llegó hasta el obispado, y se ordenó un proceso, que terminó con la excomunión del señor del coto de Tirana y con la orden de que se derribara la iglesia profanada, volviéndose a erigir en otro lugar. Mas el suelo de la iglesia quedó, aun cuando las paredes fueron echadas abajo, y en la escalinata del altar la sangre vertida dejó su oscura huella, no pudiéndose borrar de manera alguna.
Nada le importó la excomunión al poderoso cazador. Seguía entregado a su ocupación favorita, si bien más de una vez, en medio del bosque, se sintió presa de un remordimiento terrible, que desechaba cabalgando y uniéndose a sus monteros. Pero había de tener el castigo que Dios reserva a los malos y a los enemigos de su poder. La justicia terrena nada había hecho, por las influencias que el señor tenía en la corte; mas la del cielo no había de faltar. Y así, una tarde, cuando descendía por un sendero empinado, el caballo del señor resbaló y derribó al jinete, que rodó loma abajo, hiriéndose cruelmente con las matas y las peñas. Lo recogió su gente y lo llevaron al palacio. A poco, expiró allí sin recibir los sacramentos, pues no hubo sacerdote del contorno que quisiera atenderlo en sus últimos momentos. Así murió, entre blasfemias y maldiciones.
Los familiares de este hombre quisieron aún hacer un alarde de soberbia. Y dispusieron que el cadáver se trasladase con toda solemnidad y aparato a Oviedo, en donde esperaban hacer fuerza sobre los altos dignatarios civiles y religiosos, a fin de que el señor del coto de Tirana pudiera recibir sepultura en el mausoleo familiar. Y así, se dispuso una gran comitiva. Iban rompiendo marcha los monteros preferidos del señor, con los caballos engualdrapados de negro; después, el féretro, y detrás, los demás criados y familiares. Salieron en dirección a Oviedo, esperando llegar bien. Pero al pasar al pie de una enorme roca, una bandada de cuervos se precipitó contra los portadores de las angarillas en que iba el muerto. Los portadores soltaron su carga, y el ataúd se rompió, dejando descubierto el cadáver del malvado señor, que ya presentaba síntomas de descomposición. Y los cuervos, cayendo sobre el cuerpo, lo cogieron con sus picos y, levantando el vuelo, se lo llevaron por el aire, perdiéndose a lo lejos. Grande fue el terror de los familiares y criados, y comprendieron que lo ocurrido había sido un cumplimiento de la justicia divina, que impedía que el cuerpo del asesino del desdichado sacerdote descansara en sagrado. Y desde entonces a aquella peña se le llamó la peña Cavera.

(Leyendas de España)

domingo, 13 de noviembre de 2016

Faro de Castro Urdiales (Cantabria)

El municipio de Castro Urdiales cuenta con su faro desde 1854, plantado sobre el castillo de Santa Ana. Castro Urdiales, como uno de los lugares más destacados en Cantabria por su historia y patrimonio, nos invita a visitar la iglesia gótica y su castillo, deleitándonos con la luz que se ilumina en el faro, como un torreón más del castillo que espera verse convertido en museo. Y si bordeas este balcón hacia el mar, te encontrarás en la punta de la Atalaya, desde la que seguir contemplando una vista general y completa del conjunto.

SABÍAS QUE… 
La jornada no tiene que terminar aquí. Aprovecha tu visita al faro para acercarte hasta la iglesia de Santa María que se encuentra justo al lado del castillo de Santa Ana. Es una enorme y brillante construcción gótica que guarda en su interior una trabajada pieza escultórica del conocido Cristo Yacente, entre otras.

(Termómetro Turístico)


sábado, 12 de noviembre de 2016

Espardenyà - Parque Natural de la Albufera

La espardenyà es un plato cuyo origen se sitúa en las orillas de la Albufera (a 10 kilometros al sur de la ciudad de Valencia). Su nacimiento no es muy antiguo, ya que apenas tiene 100 años de edad.
Por aquella época había una cuadrilla de jornaleros que faenaban en la siega del arroz, en la marjal de la albufera situada entre Sueca y el Palmar (El Palmar es una pedanía de la ciudad de Valencia perteneciente al distrito de los Poblados del Sur y situada a orillas del Parque Natural de la Albufera). A mediodía la cuadrilla se reunía en el Molí de Baldoví, situado en estos parajes, para preparar la comida y comérsela después, por supuesto. Cada uno aportaba una vianda para preparar la comida de ese día, según habían acordado el día anterior. Un día hubo una confusión y un grupo trajo provisiones para preparar un “all i pebre” y otros trajeron para preparar una paella, pero en cambio a nadie se le ocurrió traer arroz. Entonces tuvieron que improvisar un guiso con las existencias que deponían: anguilas, patatas… del “all i pebre” y conejo, pollo… de la paella. Y de estos avíos salio “eso”, sin nombre. La mezcla, aparentemente era un poco extraña y por eso alguien dijo: “Che, Aixó és una Espardenyà!” (que en castellano quiere decir: ¡Che, eso es una alpargatada! Golpe con una alpargata. Espardenya = alpargata. ).
La expresión “Espardenyà” significa expresión grosera o castellanismo burdo, es decir cuando se emplea mal una palabra en valenciano.


(Coma bien)

Antiguo faro de Castellón

Hemos encontrado faros en medio de islas e islotes, pero no habíamos hablado todavía de un faro que se sitúa en el centro de una pequeña isla formada por una plataforma de cemento, como la ubicada dentro del mismo paseo marítimo del Grao de Castellón. Y así es como, rodeada por el agua de su particular piscina, se levanta esta pequeña pero encantadora construcción, formada por una modesta caseta y una bonita torre rematada por una cúpula de bronce. Aunque no se puede subir a su balcón, sí hay una pequeña pasarela para llegar hasta él y sentarse bajo su sombra, siendo testigos del toque marinero que le otorga al paseo con vistas al puerto.

(Termómetro turístico)

viernes, 11 de noviembre de 2016

Plaza de Cervantes - Alcalá de Henares

Data de antes del siglo XIII, y aunque en un principio era una plaza situada extramuros del recinto amurallado, posteriormente quedó incorporada dentro de la ciudad, convirtiéndose a partir del siglo XVI en el centro urbano, social y económico, carácter que mantiene en la actualidad. 
Se llamó plaza del Mercado por ser el lugar donde se celebró, a partir de la Edad Media, el mercado semanal y la importante feria anual, concedida por el rey de Castilla en 1184. Así mismo, sirvió como escenario privilegiado para todo tipo de festejos públicos, incluidas las corridas de toros, hasta el siglo XIX. 
En el siglo XVII fueron soportalados sólo los dos laterales sobre los que tenía jurisdicción el Concejo. En el siglo XIX sufrió diversas transformaciones que le concedieron su aspecto actual. Fue en ese momento cuando mudó su nombre por el actual de plaza de Cervantes. 

(Ayuntamiento de Alcalá de Henares)