Solo queda oscuridad y silencio donde hubo actividad durante mil años. Restos de botellón, de hogueras clandestinas y pintadas juveniles en el lugar del que salió el envoltorio pétreo de la joya del gótico burgalés a base de pico y pala, a lomos de bueyes y carretas, ya desde el siglo XI.
Las canteras de Hontoria languidecen sumidas en el más absoluto abandono desde que el Ministerio de Defensa dejara de usarlas como polvorín y cerrara el acuartelamiento que lo custodiaba en 1994.
Solo una de las cuevas conserva actualmente su actividad extractora, a cargo de la empresa Piedras y Mármoles. Otras están completamente vacías, sin ningún tipo de protección y a expensas de todo aquel que quiera recorrerlas. Y dos más, protegidas por vallas, están ocupadas por ganado.
La ubicación de las cuevas, en un terreno comunero y propenso a los conflictos administrativos entre Hontoria y Cubillo del Campo, no favorece la rehabilitación. Tampoco existe ningún plan en marcha para su puesta en valor.
La extracción de caliza se remonta a la época romana cuando se trabajaba a cielo abierto, pero fue durante la Edad Media, con la apertura de canteras subterráneas, cuando se multiplicó la importancia de la piedra de Hontoria.
(Extractado del Blog "Conoce Atapuerca")
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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