Felipe V estableció en 1734 en Madrid la Santa y Real Hermandad de María Santísima de la Esperanza y Santo Celo de la Salvación de las Almas. El hospital era conocido popularmente como la casa del Pecado Mortal que, casualmente, se hallaba en un barrio con gran tradición en la prostitución.
Las mujeres que allí ingresaban lo hacían ocultando su verdadero nombre que tan sólo era conocido por el secretario de la Junta directiva. Durante todo el embarazo llevaban una vida de clausura y la cara tapada. Con el tiempo también acogieron a aquellas mujeres que deseaban dejar su vida pecadora por lo que, en 1744, se le confirió la administración y gobierno del convento e iglesia de Santa María Magdalena de Mujeres Arrepentidas, situado en la calle de Hortaleza, más conocido como convento de las Recogidas.
Los hermanos que pedían limosnas recorrían las calles recitando en voz alta: «Para hacer el bien y decir misas por la conversión de los que están en pecado mortal». Además, se creó la denominada Ronda del Pecado Mortal, cuyos hermanos se encargaban de recoger a las mujeres de la calle y llevarlas al convento. La Hermandad solicitó posteriormente al rey que se le eximiese de la gestión del convento y, en 1800, se trasladó a la desaparecida calle del Rosal, entre las de la Parada e Isabel la Católica, donde abrió un hospital. El fin del éste era la asistencia al parto de mujeres solteras que no fuesen prostitutas y que engañadas con falsas promesas de matrimonio o cualquier otra circunstancia hubieran caído en pecado. El hospital fue derribado con la construcción de la Gran Vía.
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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