viernes, 21 de agosto de 2015

La confitería de "El Riojano" - Madrid

En 1855, Dámaso de la Maza, pastelero vinculado a la Casa Real, funda una pastelería en el número 10 de la calle Mayor. De su posición dan cuenta la rica decoración del local y su rápida consolidación. Desde entonces, los sucesivos propietarios han mantenido el legado del fundador, el aire noble del establecimiento y el servicio a distinguidos clientes. Cada jueves, de sus hornos salen las llamadas "pastas del Consejo", dulces en forma de C con sabor a limón, que tienen como destinatarios a los miembros del Consejo de Estado.
Como se puede ver en las fotografías el interior conserva en gran medida el aspecto de las primeras décadas del siglo XX. La caoba y ei mármol de Carrara empleados en su decoración le han conferido siempre un aspecto elegante.
Con el tiempo, a los dulces y pastelillos se les han ido añadiendo nuevas especialidades, tales como bizcochillos de soletilla o bardolillos.
Dámaso de la Maza abrió su establecimiento en una de las zonas más frecuentadas del Madrid de la época. En su casi siglo y medio de existencia, sus escaparates han sido una tentación para el paseante de la calle Mayor. Apenas se han producido cambios en la fachada: tan sólo se han modificado los rótulos y los detalles de mármol sobre los que se asientan las pilastras, cambiadas tras los daños sufridos durante la guerra.
Hace unos años, la propietaria amplió el negocio con la apertura de la sala de té en el espacio que antes ocupaba la trastienda. Esperanza es la propietaria desde hace ocho años pero lleva en el negocio desde 1969.

 

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