jueves, 11 de febrero de 2016

Potaje de vigilia

En época de Cuaresma la tradición religiosa dictaba la “vigilia” o prohibición de comer carne, que además de estos 40 días también se extendía a todos los viernes del año. Estemos de acuerdo o no con estos dictámenes, hemos de reconocer que gracias a ellos han surgido recetas impresionantes, combinando ingredientes diferentes a la carne.
Una de las recetas más típicas de estos días de Cuaresma es este potaje de garbanzos, que se acompaña de las espinacas (verdura en temporada) y el bacalao. El bacalao fue un ingrediente lógico para este potaje, ya que era el pescado que más abundaba en las zonas de interior, lejanas a la costa. Siempre estaba disponible bacalao en salazón de buena calidad, en cualquier época del año. En cuanto a los garbanzos, en España hay muchas variedades, y según en donde viváis encontraréis una u otra. A mí particularmente el que más me gusta es el garbanzo castellano, de tamaño mediano o grande, con forma esférica y de un color amarillo muy característico. Os recomiendo que utilicéis garbanzos secos, en vez de los envasados o enlatados. Éstos suelen ser sometidos a tratamientos con conservantes, llevando una especie de gelatina. Con los secos también controlaremos mejor el punto de sal durante la elaboración.

(De rechupete)


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