Ermita – Santuario de la Peña de Francia

Guiado por una revelación un tal Simón Vela (Simon Roland) descubrió en el año 1434 una supuesta imagen muy antigua de la Virgen en el alto de la Peña de Francia, en Salamanca. Este peregrino francés buscó en su país desesperadamente la imagen. Al no encontrarla y tras escuchar el nombre de Peña de Francia siguió el camino de Santiago en busca de ayuda y por fin terminó en Salamanca, cerca de Ciudad Rodrigo. Bajo una roca en lo alto descubrió el interesante hallazgo cuya devoción se extendió por parte de la Península.
Esta devoción llegó siglos después hasta Parada en A Cañiza, Parada das Achas para diferenciarla de otra parroquia del valle del Miño. El 8 de agosto de 1752 una asociación de comerciantes de Parada das Achas residente en Portugal de nombre Unión Paradiense, trajeron desde Lisboa la imagen de la Virgen de la Peña.
En 1753 antes de fallecer Diego Rodríguez, dejó en su testamento que donaría unas tierras en el lugar do Arendo para que se construyera una capilla en honor a Nuestra Señora de la Peña. Y así fue como en el año 1756 se construyó la capilla que adquirió su aspecto actual en el año 1762 cuando se levantó el cuerpo mayor. En 1772 se realiza el retablo Mayor (La Obra, de Xoán Xil) que fue iniciado al construir la primera capilla.
La capilla de la Peña de Francia es una sencilla construcción de planta rectangular de dos cuerpos. Su fachada tan solo posee una puerta adintelada bajo un óculo y dos pináculos con bolardos en las esquinas. Sobre ella se levanta una espadaña de un solo campanario. Sobre el dintel principal se puede leer la siguiente inscripción de cuando comienza la construcción de la capilla:“Rotulo, esta obra se principio a 12 de febrero año de 1756 siendo cura en bacante don Tomás Simón y se haze toda de limosna a devoción de devotos“.
El diccionario Madoz, escrito a mediados del siglo XIX nos habla de una bonita fuente de tres caños con propiedades milagrosas. “… tiene esta ermita una hermosa fuente con 3 caños, cuyas aguas se creen eficaces para curar los males de los devotos que concurren a dicho santuario desde lejanas tierras para, ganar las muchas indulgencias que le están concedidas“
Sin embargo no la hemos visto o se nos ha pasado por alto ni tampoco hemos encontrado nada referente a ella.
En las proximidades de la capilla tenemos una gran carballeira con mesas, fuente y un gran aparcamiento cuyo centro preside un moderno cruceiro. En frente a la fachada está el palco de música y un espléndido y centenario carballo que por lo menos tiene la edad de la capilla. A un lado un viejo y fascinante castiñeiro sobrevive como puede al paso de los siglos.
También veremos una antigua casa de piedra cubierta con un moderno galpón para los días de romería, romería que se celebra en el mes de septiembre y que atrae a un gran número de romeros provenientes de toda la comarca.

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