jueves, 20 de febrero de 2020

Leyenda del campanero

Se dice que en Murcia hubo un joven pendenciero que traía a sus padres de cabeza: no gustaba de trabajar, no aprendía ni a hacer la “o” con un canuto, y pasaba el día de taberna en taberna. Desesperados, los progenitores lo llevaron al convento de los dominicos, donde, tras mucho sufrimiento y viéndose expulsado, aprendió el arte de la adulación.Y tan bien aprendió el arte, que los monjes le concedieron el cargo de campanero en la catedral de Murcia; pero pronto volvió el joven a las andadas y pasaba los días durmiendo las borracheras que cogía de noche, por lo que las campanas de la catedral no sonaban.
Cuentan que, borracho como iba, fue a tañer las campanas; pero, sin que se diera cuenta, una de ellas lo enganchó y lo lanzó por los aires fuera del campanario hasta el tejado de una casa vecina. Al verlo, las gentes pensaron que era obra del demonio, aunque el joven pronto dio explicaciones de lo ocurrido.
Desde  entonces  en  Murcia  existe  el  refrán  que  dice  que  “el  vino  más  bueno,  para el  que  no  sabe  mearlo,  es  veneno.

Siglo XXI

No hay comentarios: