domingo, 2 de agosto de 2020

Rompeolas De Castro Urdiales


La iglesia acantilada de Santa María, el faro emplazado en una de las torres del castillo, la ermita de Santa Ana. Y como extensión, un rompeolas muy prescrito para ejercitarse. En las redes se ha extendido la costumbre entre los paseantes de dar una patada al muro del puntal, queriendo propiciar de alguna manera la buena suerte antes de iniciar el regreso. Desde la baliza se enhebra la mejor panorámica: el barrio modernista, el casco viejo, el monte Cerredo y su importante buitrera, la costa vizcaína. Entre semana es posible ver traineras en pleno entrenamiento.
El rompeolas fue recortado hasta los 545 metros, y con el material sobrante se erigió el muelle de Don Luis. Este contradique es usado como solárium por quienes odian impregnarse de arena, atisbando la villa Toki Eder (1901), de gusto clasicista, perteneciente al conjunto residencial Ocharan. El muelle dispone de chiringuito, y desde sus piedras se zambullen los más pequeños. A 350 metros sigue abierto el atractivo hotel Las Rocas.

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