martes, 10 de noviembre de 2020

Fompedraza


Este pequeño pueblo de la comarca de Campo de Peñafiel, en Valladolid, es uno de esos destinos que nos ofrecen todo eso que buscamos para escaparnos y recuperar nuestra esencia. Allí, a 900 metros sobre el nivel del mar, se encuentran los viñedos de Pago del Cielo, de los de mayor altitud dentro de la Denominación de Origen de Ribera del Duero. En ese paraje salpicado de casas de piedra se crea Celeste, un vino que recoge la mejor tradición de uno de los paraísos vitivinícolas de España y que nace bajo el influjo de las estrellas.

La elevada altitud de sus viñedos proporciona a la uva noches frescas, donde las vides encuentran sosiego del calor diurno. Ese balance entre frío y calor amplifica sus notas ácidas durante su maduración y proporciona al vino una intensa expresión frutal, un cuerpo voluminoso y firme estructura. Su recolección, realizada de noche para garantizar el máximo frescor de la uva, es el siguiente paso para dar forma a un vino que captura la emoción y la intensidad de una noche estrellada. Un destino ideal para disfrutar de la comunión entre naturaleza, paz y el mejor sabor.

El País 

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