lunes, 27 de marzo de 2017

Una boda principesca

Fernando VII, entonces todavía Príncipe de Asturias, se casó por primera vez en Barcelona el 4 de octubre de 1802. La novia era su prima carnal, María Antonia de las Dos Sicilias. El matrimonio, como era habitual en la época, fue concertado por los padres de los contrayentes. La pareja se odió desde el primer momento. María Antonia dejó escrito cómo, sintiéndose engañada, estuvo a punto de desmayarse la primera vez que vio a Fernando VII, al comprobar con espanto que el "mozo" más bien feo del retrato, era en realidad, poco menos que un adefesio. Era además un fumador empedernido de cigarros, lo que le hacía tener un aliento fétido. La pareja no aportó herederos para la corona.
Como curiosidad, viene a cuento señalar que este casamiento fué el último enlace de Príncipes de Asturias celebrado en territorio español hasta el reciente de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz celebrado el 22 de Mayo de 2004. Dos siglos largos sin bodas principescas en España.

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