jueves, 27 de abril de 2017

Las improvisaciones de Quevedo

Cuéntase que un día, en las galerías del Alcázar, como pasase Quevedo junto a un grupo de cortesanos, uno de éstos le gritó:
¡Quevedo, hacednos un verso!
Y contestó el poeta:
—Dadme pie. —Entonces, el cortesano le alargó la pierna, cogióla Quevedo e improvisó:

Paréceme, gran señor, 
que estando en esta postura, 
yo parezco el herrador 
y vos la cabalgadura.

(Carlos Fisas)

(Algunos autores refieren la anécdota al propio rey, pero parece demasiado descaro incluso para Quevedo)

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