Guardaban el secreto los vecinos de Murias, hasta que se abrió en 2015 la pista de tierra hacia la cascada. Gracias al proyecto Leader descubrimos este mágico rincón, declarado Red Natura 2000, que dota de rasgos extraordinarios a la cascada por la que se precipita desde unos 20 metros el arroyo Xurbeo.
Rodeada de un manto verde, un poco más abajo ruge con más fuerza el río Negro, oculto tras el bosque de galería. Los 1,1 kilómetros de paseo hasta la cascada hay que tomárselos con parsimonia, puesto que se trata de una subida en pendiente y una bajada no menos pronunciada.
Rodeada de un manto verde, un poco más abajo ruge con más fuerza el río Negro, oculto tras el bosque de galería. Los 1,1 kilómetros de paseo hasta la cascada hay que tomárselos con parsimonia, puesto que se trata de una subida en pendiente y una bajada no menos pronunciada.
El País
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