Tenía aquí su casa D. Francisco Chinchilla, alcalde de Corte, que había sido magistrado en la isla de Cerdeña, y uno de los jueces que entendieron en el proceso del marqués de Siete Iglesias. Parece ser que, contra las prohibiciones de Chinchilla, en esta calle se arrojaba toda clase de inmundicias, y habiendo visto aquél unas mujeres que estaban pelando unas aves muertas, les preguntó que dónde las habían encontrado, á lo que las mujeres respondieron: «Señor, en vuestro basurero, en vuestra calle; ayer encontramos una lechuza, y eso fué lo que comimos.» Mandólas prender, pero al siguiente día apareció una lechuza clavada en la esquina de su casa, por lo que esta calle llevó durante mucho tiempo el nombre de calle de la Lechuza.
Cuéntase de Chinchilla que ordenó á sus alguaciles matasen á pedradas los perros abandonados que hallasen en la vía pública, y que los pobres animales huían del alcalde como si conociesen al autor de orden tan severa contra la raza canina, de donde vino el adagio que dice: "le conocen hasta los perros".
Excusado será añadir que no garantizamos ni la etimología del nombre de la calle ni el motivo del adagio.
(Carlos Cambronero)
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
Selección
lunes, 22 de enero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario