¿Y las montañas? Qué buen rollo te dan, ¿verdad? Esas moles de piedra y vegetación, de rocas y arbustos, de prados y bosques. ¡Oh las montañas! Cuántas y de cuántas formas. Componen un infinito decorado natural que ni siquiera tu imaginación logra abarcar.
Unas tienen formas amigables, otras fantásticas, otras misteriosas, otras vertiginosas, otras dulces, y así hasta la eternidad. Son tan poderosas, tan fuertes, unas más antiguas, otras más jóvenes.
Y algunas con leyenda. ¿Y sabes qué? Que si no tienen leyenda, se la puedes inventar, porque las montañas están llenas de magia creativa, de la buena, de la que te recarga la pila y te hace sentir a tope.
Aquí tienes el Güeyu Peñamea, en los montes de Laviana. Güeyu quiere decir ojo en asturiano. El de Peñamea es como divino, como si lo controlara todo…
(Asturias Paraíso natural)
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