En el río Tea, poco antes de su desembocadura en el Miño en Fillaboa, se conservan los restos de un antiguo molino del siglo XIX que aprovechaba el abundante caudal del Tea para la molienda de grano. Se localiza muy próximo del antiguo camino real de Ourense-Tui y su principal característica es el peto que se encuentra adosado en la misma fachada junto a la puerta principal. Bajo él podemos ver una inscripción que marca el año 1886 y diversas cruces que daban protección al tan necesario molino.
En cuanto a su tipología no sabemos con exactitud si se trata de un molino de dorna o de “tinalla”, que es una mezcla de los de “canle” y “dorna”. Estos últimos son comunes en el norte de Portugal y se conocen varios casos en las zonas de Galicia limítrofes con el Miño, como el caso de Salvaterra de Miño. Consta de dos grandes canales de entrada y curiosamente tres “infernos” o “grechas” en caso de los de dorna. Es posible que uno de ellos sea un aliviadero pues sobre el “tremiñado” no se aprecian restos de la maquinaria sobre este “inferno”. De la “levada” que traía el agua no queda nada, aunque aún se puede ver muy cerca restos de la presa (aceña) que embalsaba el agua para desviarlo hacia el canal.
Por diversos sillares, “perpiaños” y otros restos podemos decir que este molino estuvo activo ya entrado el siglo XX. Además viendo la foto del “vuelo americano” de 1956-1957 veremos que el gran canal y la zona parece estar en buen estado.
Hoy en día queda el testigo de lo que debió ser un molino con una actividad frenética y de vital importancia en esta comarca.
A unos 500 metros río abajo se conserva el puente de origen medieval de Fillaboa, al cual se llega por una senda junto al río.
(Galicia Máxica)
(Galicia Máxica)
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