veces., ¡Ya chie nun! y cómo un archiconocido "Ábrete Sésamo" (pero sin bandoleros a la vista), el monte se abrió, y de él salieron oscuras criaturas tales como pájaros, morciguillos (murciélagos) y mosquitos, que salieron volando, envolviéndose en la negrura de la noche. El muchacho horrorizado por este inesperado suceso, volvió, de nuevo, a repetir aquellas extrañas y mágicas palabras, y apareciendo una poderosa luz, la sima se cerró, engullendo todo el monte y dejando el castillo solo encima de un trozo de peña. Y colorín colorado, esta leyenda se ha acabado.
Moraleja: "No llames a la suerte, porque es una mal mandá, la estás llamando siempre, y no viene jamás. Y es una loca, porque aquel que no la quiere, ese es el que la logra."
(Murcia, tierra de misterios)
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