El día 24 de Agosto de 1882 tuvo lugar en Madrid una singular carrera entre un hombre y un caballo. Contra lo que cabría suponer el vencedor fué el hombre, un italiano llamado Bargossi que recorría Europa compitiendo en esta clase de pruebas.
La carrera se estableció en círculos y empezó a las 16,45. A las 19,15 se paró el jamelgo y no hubo forma de hacerle arrancar de nuevo mientras Bargossi seguía su marcha como si tal cosa.
Ese mismo día, y este es el motivo de la historia se celebró un pleno del Ayuntamiento que aprobó la compra de un carruaje de gala por 17.500 Pts., destinado al use y disfrute del Sr. Alcalde. A la sazón lo era don José de Abascal y Carredano, quien ocupaba el puesto desde el 12 de Febrero de 1881.
El Alcalde manifestó su propósito de desoír el mandato del pleno ya que dijo no necesitar el coche para nada. Como los Concejales se mantuviesen firmes en su determinación, amenazó incluso con recurrir en alzada a la Diputación en contra del dictamen del pleno Municipal.Acabó saliéndose con la suya y no se compró el coche de gala.
¿Censuraremos al Sr. Abascal por su desobediencia?
De todo un poco. Leyendas, tradiciones e historias curiosas de todas las regiones de España. Unas son verdad y otras no tanto.
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