En 1522, en la última etapa de la revolución de las Germanías, sólo Xàtiva y Alzira resistían en manos de los agermanados. Surgió entonces un misterioso personaje llamado “L’Encobert” que se hacía pasar por nieto de los Reyes Católicos que consiguió dar un nuevo impulso a la revuelta, haciéndola mucho más radical. Se apoyaba en las clases más desfavorecidas al contrario de lo que ocurrió al principio de la guerra cuando sus impulsores fueron las clases labradoras adineradas, los prohombres locales, la incipiente oligarquía urbana y miembros de la orden de Montesa. Estos sólo buscaban un cambio político pero no social. En la nueva fase que lideró este personaje, hoy considerado como un impostor, la acción se limitó a la huerta valenciana. Se saquearon algunos señoríos vecinos, se asaltaron castillos y, sobre todo, se obligó a convertirse a los mudéjares.
"L'Encobert" fue asesinado en Burjassot el 19 de Mayo de 1522 por unos sicarios que sólo buscaban la recompensa económica. Algunos oscuros personajes intentaron tomar su lugar pero ese fue el fin de las Germanías.
Después de muerto fue sometido a juicio por la Inquisición y declarado hereje por lo que su cadáver fue quemado.
Varios autores, entre otros Vicente Blasco Ibáñez, han utilizado su historia para sus relatos.
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