Fue iniciada hacia el año 139 a.C. por el cónsul Quinto Servilio Caepio, vencedor de Viriato. Sin embargo, es obra del emperador Augusto. Su construcción prosiguió con el emperador Tiberio, Trajano y Adriano, emperadores hispanos, que le confieren la forma definitiva. Su nombre verdadero era "Iter ab Emerita Asturicam", es decir, el de Camino de Mérida a Astorga.
Hay constancia fehaciente de que intervinieron en su reparación y mantenímiento los emperdores Septimio Severo, Antonino Caracalla, Alejandro Severo y Valente.
La ruta de la Plata hizo posible la romanización de la mayor parte de España, desde el sur al norte, la posterior germanización desde el norte al sur, la "musulmanización" desde el sur al norte y la Reconquista desde el norte al sur. En la misma guerra de la Independencia en el siglo XIX fue decisiva esta Ruta. Se ha dicho con objetividad que hasta el tiempo de los Borbones apenas si se construyeron otros caminos y carreteras en España, además de las existentes en la época romana.
Tiene también una gran tradición santiaguista. Se la denomina también Camino Mozárabe de Santigo o Ruta del Sur y era recorrida por la gran mayoría de peregrinos que procedían de las regiones bajas de la Península Ibéria y aún por los llegados por mar hasta los puertos del sur. Estos peregrinos del Camino Mozárabe se dirigían a Santiago de Compostela.Cada 20 o 25 millas (la milla romana equivalía a 1480 metros), la Ruta de la Plata disponía de unas mansiones en las que los viajeros podían encontrar parada y fonda.
Este camino constituía una de las más importantes calzadas romanas de la Península Ibérica y, sin duda, la principal de ellas del oeste de la misma; poniendo en comunicación la capital de la provincia romana de Lusitania, Mérida, con los dos principales campamentos militares romanos del noroeste, Astorga y León, encargados de la vigilancia de las regiones septentrionales peninsulares, menos romanizadas (los pueblos Astures y Cantabros), y de la explotación de los ricos yacimientos mineros, principalmente de oro, emplazados en esta región.
El nombre de "Vía de la Plata"
Es una denominación vulgar, dada sobre todo, en las provincias de Salamanca y Cáceres siendo muy interesante señalar que ninguno de los documentos de la Antigüedad aplica esa denominación al camino entre Mérida y Astorga.
Los eruditos de los siglos XVI y XVII intentaron explicar ese nombre a partir de una falsa etimología, a partir de la palabra latina lata (ancha) y la griega plateia (de igual significado). En realidad el nombre de Vía de la Plata procede del término árabe BaLaTa (camino enlosado), que todavía se usa en Siria con esa significación, y que los árabes debieron aplicar a la antigua vía romana cuando conquistaron la Península Ibéria, para diferenciarla de los otros caminos de herradura con piso de tierra. La primera "a" de BaLaTa apenas se pronuncia, dando su desaparición, por evolución, origen al término Plata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario